Tecnología y humanidad


Yo solía tener muchos problemas en las relaciones con personas. Creo que más o menos lo de un adolescente promedio actual, una época en que se vive la incertidumbre dentro de la incertidumbre.

Así que naturalmente, dos profesiones surgieron en mi mente: la primera era la de ser un oficial militar, ya que en mis ideas, los militares y las personas estaban bastante disociados. Además, no me ha sido difícil seguir reglas y conductas.

Al abandonar la fuerza aérea, lo más fácil para mí fue trabajar en una incipiente área de informática. Tan incipiente que ni siquiera cursos de sistemas había... Pero, la gran ventaja era que no tenía que discutir tanto con las personas. Los computadores suelen ser muy obedientes, te escuchan y no se quejan.

La espiritualidad me ayudó a salir adelante con mi progreso personal. Pasé a ver a las personas como parte de una gran familia y gradualmente, aprendí a querer el ser humano. Esto se reflejó en mi profesión: de ser programador y analista, pasé a ser vendedor, trabajar con soporte técnico e instructor, hasta que por fin abandoné la carrera de IT, antes que se volviera lo que es hoy (una gran telaraña), y entré a la consultoría. Hoy, agrego eso el hecho de que soy coach y autor.

Dicho esto, les hago una afirmación: tecnología y la humanidad no tienen por qué ser enemigos.

En realidad, al usar la tecnología de forma consciente, el individuo puede tener una experiencia humana aún mejor. Ejemplos:

  • Los celulares nos acercan. Nos permiten hablar con personas a cualquier momento, manteniendo un lazo de comunicación que antes se hacía imposible.
  • El email nos permite expresarnos más, mejor y más rápido que antes. Aumenta la posibilidad de profundización en la comunicación en dimensiones impensables.
  • Software específico como el Skype, mejora la experiencia de la comunicación combinando voz e imagen. Eso nos acerca.
  • Las redes sociales nos permiten participar de la vida de otros, e invitar a otros que participen de la nuestra.
  • Y la lista no termina...


Redes sociales...
Hay retos. Tecnología es algo relativamente nuevo y cómo tal, todavía está experimentando. Es verdad que los celulares interrumpen la comunicación personal y que muchas veces los usamos para no tener que estar en contacto con otras personas directamente. También es cierto que los amigos de Facebook nos ilusionan tanto que ya no buscamos tener amigos verdaderos... Pero son retos que un día se solucionarán. Aquí van algunas posibilidades de comportamiento para la lista anterior:

  • Los celulares deben ser usados de forma madura. Aprender a cuando ponerlos en silencio, en vibrador o apagarlos, y a devolverlos a su posición normal es fundamental. Educarnos a cómo hablar, donde hablar y cuánto tiempo hablar nos ayudará a que esta experiencia sea aún más benéfica.
  • Los emails no remplazan el contacto personal. Son un método de comunicación, donde está en juego la rapidez (en algunos casos) y la precisión. El "combo" email+teléfono o email+encuentro personal arroja resultados óptimos en las relaciones.
  • El uso de Skype para mantener relaciones que físicamente están apartadas, o para temas laborales donde, por alguna razón, no es posible que haya el encuentro personal está bien. No se debe usar Skype si es posible ir a la oficina de la otra persona o salir a tomar un café en alguna parte, algo mucho más poderoso que hablar con una pantalla de por medio.
  • Además de estar en redes sociales, es importante tener una red social personal, de gente de verdad, con quien hables o te reúnas.


Y, bueno, después de leer este blog, conviene que llames a alguien y compartas lo que aprendiste. Mejor aún, que invites a esa persona a sentarse en un parque contigo y conversar sobre cómo mejorar la relación, con la ayuda de la tecnología, evitando que la tecnología remplace la relación.

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