Siendo líder de ti mismo

Las relaciones humanas son complicadas, ¿verdad? Tal vez nos agrada alguien y no se lo decimos; tal vez alguien nos desagrada y LE CONTAMOS, destruyendo la pobre alma… ¿Y qué hay de guardar sentimientos y emociones sobre los demás? Estoy seguro de que eso se llama rencores. Enfocándonos en eso, básicamente hay 4 formas de lidiar con esas emociones y sentimientos: Puedes desahogarte , es decir, hablas todo que hay en tu corazón. El desahogo puede funcionar en términos de aliviar la mente de esa enorme carga emocional, pero es posible que el problema persista y, por lo tanto, los resultados sean mínimos. Si simplemente andas hablando de esas emociones y sentimientos, eso se llama chisme y no tiene mucho valor, en realidad. Además cuando chismosees sobre los demás se genera una vibración muy mala y probablemente, esas emociones y sentimientos empeorarán. Conversar sobre sus sentimientos y emociones, especialmente si lo haces con las personas involucradas, funciona muy bien. Signifi

En una canción muy antigua se plantea una pregunta: ¿cuántas carreteras debe recorrer un hombre antes de ser llamado hombre? [1] Aunque no se da una respuesta, para mí significa que la sociedad mide a las personas según parámetros relacionados con resultados: cuántos, cuánto... y, sin embargo, la gente realmente no tiene en cuenta el esfuerzo que están haciendo los demás. Hace años fui profesor en una universidad cerca de Bogotá y les di a los estudiantes (que eran todos gerentes) una tarea sobre liderazgo. Después de dar las notas, se me acercó uno de los grupos (el que tenía menos notas); por supuesto, se estaban quejando, pero su razonamiento todavía resuena en mi mente muchos años después: no valoré su esfuerzo, solo el resultado. Entonces, mírate a ti mismo, comprendiendo lo que has hecho y las razones por detrás, para que llegaras a este punto: acepta lo que ves, celébralo. Echa un vistazo a los demás y tómate tiempo para comprender sus propias razones: acepta lo que ves,

Hace poco, un amigo mío impartió un taller sobre el niño interior, ¡y tuvo mucho éxito! Pero fue el lado malo del niño interior: dañando a mi niño interior . Eso pasa porque rechazamos que ese niñito salga a flote y brille a través de nosotros. De hecho, somos seres completos que hemos elegido, ya sea de forma voluntaria o no, desempeñar un papel en algún momento. Elegimos ser lo que creemos que es tener 30 años o 15 años, pero tenemos los principales ingredientes básicos necesarios para ser alguien de 6 años o de 60 años, al menos en nuestra conciencia. Entonces, ¿estás un poco deprimid@? ¿Las cosas no están funcionando bien? ¿Te has peleado con tu mejor amig@? Tienes todos los componentes de un@ niñ@ de 6 años, que se alegraría al correr bajo la lluvia, siempre esperanzado y buscando la manera de reconciliarse con su mejor amig@. Vamos... deja de leer esto (ahora no, por favor, sólo una o dos líneas más) , sal a la calle y sé feliz viendo... cosas... Todo es impresionante

Oír es común; es una función biológica que aunque muchos no la tienen, no exige tanta energía. Escuchar no es común, pues se trata de una función anímica y cualquiera la puede tener. En realidad, un británico con quien viajé hace muchos años fue una de las personas que mejor escuchaba; detalle, era sordo y mudo. ¿Cuál es la diferencia entre los dos? Cuando oímos, podemos olvidar o incluso malinterpretar los sonidos. Cuando escuchamos, atención e intención trabajan juntas, de forma que lo que entre en el ser, no sean simplemente sonidos. Al escuchar: Comprendes mejor la intención de la otra persona. Pasas a entender su forma de ver el mundo. Empiezas un proceso que puede llevar fácilmente a una creación colectiva. Estás utilizando varios talentos personales que te permiten aprender más. Encuentras fabulosas oportunidades para que con tus talentos, ayudes el@ otr@ mejorar. Das una oportunidad al@ otr@ de expresarse libremente, sin prejuicios o juicios. Das una oportunidad par