Siendo líder de ti mismo

La pandemia llegó... ¡LLEGÓ EL FIN! La guerra en Europa estalló... ¡LLEGÓ EL FIN! Y otra cosa... ¡LLEGÓ EL FIN! Algunas personas que conozco tienen una obsesión con el fin del mundo o la civilización tal como la conocemos. Los acontecimientos recientes y la situación general del mundo han instigado aún más esa obsesión. Ahora, mi pregunta es si el final llegará pronto o no. Hay una ley general de   que todas las civilizaciones comienzan pequeñas, crecen hasta alcanzar una etapa de madurez y terminan; es como una curva de campana y ha funcionado para la mayoría de las civilizaciones. Desde ese punto de vista, quizás por primera vez en la historia registrada, estamos viviendo una situación inusual: el mundo es UNA civilización. Con la globalización, hemos alcanzado nuestra madurez y, por supuesto, estamos en nuestro descenso. Significa que en algún momento llegaremos al final. Lo que la curva de campana no muestra es que cada vez que una civilización llega a su fin, otra

Estábamos corriendo como locos, nosotros como civilización, sociedad e individuos, y, de repente, ¡BOOM!   Tuvimos que frenar... Como un coche a 200 Km/h, nuestro mundo casi se estrella, pero, oye, ¡todavía estamos aquí! Después de la pandemia, hemos pasado por una especie de transición, sin mucho liderazgo y contando con nuestros propios valores, creencias y autoliderazgo. Y creo que es importante hacer una verificación de cómo van realmente las cosas. De esta manera, podemos reforzar lo que está funcionando y corregir lo que necesita ser corregido. Aquí hay algunas preguntas que pueden ayudar: ¿Cómo me siento?   Empecemos por lo abstracto, los sentimientos y las sensaciones. Trata de ser muy específic@. ¿Cómo estoy?   Revisemos ahora nuestras actividades; es útil comparar el AHORA con el ANTES (pandemia) y usar algún indicador (cuánto estoy ganando, mis viajes, experiencia de meditación, etc.). ¿Cómo me relaciono con los demás?   De nuevo, un poco subjetivo, pero es important

Hace algún tiempo, hice un post sobre la ansiedad y alguien me envió un artículo interesante en inglés*; a pesar de que es como publicidad, y no hago publicidad, era una dimensión diferente de ansiedad de la que conocía: cuando tienes un problema de salud y estás esperando un diagnóstico. Hace muchos años, tuve un amigo a quien le diagnosticaron cáncer, al que acabó superando. Estaba tan feliz que me llamó desde el otro lado del mundo para contarme las buenas noticias. Y luego, comenzó a tener algunos problemas nuevamente y recuerdo su ansiedad, esperando la respuesta de los médicos. No fueron buenas noticias, pero tal vez la ansiedad en sí misma haya sido peor. En su influyente libro, Inteligencia emocional , Daniel Goleman habla de su propia experiencia cuando fue enviado a un laboratorio para hacer una prueba. Debido a sus antecedentes, sabía que podía significar cáncer... Él analizó sobre las emociones que sintió. Un estudio de pacientes en las salas de espera de los médicos

La religión y la espiritualidad están en constante forcejo, aunque no lo sepas. Por un lado está la muy poderosa institución de la religión: hay algunos problemas aquí y allá, pero las religiones de todas partes están aumentando su número en términos de personas y templos. Por otro lado, está la espiritualidad: la Cenicienta del espíritu humano, con poca estructura, pero muy buenas intenciones y, sí, el número de grupos y tendencias espirituales, y el número de personas asociadas a ellos también ha aumentado mucho. Ahora, veámoslo de una manera diferente en la que no hay lucha; la espiritualidad es el trasfondo sutil que es la esencia de la religión. De hecho, una persona muy religiosa también es muy espiritual, y las personas espirituales a menudo se asocian con una religión. Pero es cierto que la religión – la religión que practica la gente común – es más centrada en la forma, es decir, las escrituras y los rituales. Por lo contrario, la espiritualidad enfatiza la práctica,