Siendo líder de ti mismo

Como humanos tendemos a acumular y almacenar cosas. Bueno, no solo humanos... ve y revisa el lugar de tu mascota, ¡probablemente también encontrarás cosas allí! Pero como humanos, hay algo extra: sentimos la pérdida. Y la sentimos bastante duro, a veces durante años. Además, lo que acumulamos es a menudo otra persona ... Hacer frente a la pérdida es más frecuente de lo que debería ser y normalmente somos malos para hacerlo. Estoy diciendo que no debería ser mucho no tanto porque no deberíamos perder cosas o relaciones –   perderemos, eso es seguro, pero no deberíamos sentirlo tan duro. Un comercial que vi hace unos años mostraba a dos niñas siendo llevadas a un hogar de acogida. Era una situación de emergencia y fueron sacadas de su casa en medio de la noche en pijama y nada más. La más joven tuvo más problemas; parte de su ritual de sueño era abrazar su peluche y esa noche no podía dormir pues no lo tenía. Al día siguiente, la familia la llevó a un lugar donde fácil

Ser autodidacta en algún momento era algo extraño, tan raro como un pájaro exótico cruzando los cielos de una gran ciudad; hay, pero no son muchos. Una de las razones es que el sistema de enseñanza occidental ha valorado mucho el rol del profesor, maestro o gurú y en algunos lugares o entornos, se siente que no hay como aprender algo sin que alguien más te enseñe. Claro que es valioso tener a un maestro, pero hoy en día, en una sociedad tan compleja y con tantas necesidades de aprendizaje, no hay maestros suficientes y YouTube, libros, innumerables páginas de internet así como muchas otras plataformas se han convertido en maestros de manera no-oficial, enseñándonos la nueva ley o cómo plantar zanahorias en la casa… Sin embargo, no importa si hay un profesor literalmente en frente tuyo, una joven de pelos teñidos hablando por la pantalla de tu computador o un fascinante libro, la clave del aprendizaje siempre serás TÚ. Tú y tu apertura mental, tu sed de conocimiento,

Más que un cumpleaños, el día 12 de enero me recuerda del compromiso de vivir, algo que no viene de una obligación, sino más bien de una profunda gratitud. Después de todo, no hay tantas personas que llegan a los 55 años habiendo trabajado en sí mismas por 37 años, o sea, más de dos tercios de mi vida. Si sumáramos, es como si yo hubiese vivido 92 años, de forma plena y fructífera, aprovechando del pozo de sabiduría que encontré en mi camino. He estado en una universidad especial que me enseñó a no priorizar lo físico, material y obvio; aprendí a darle más importancia a lo invisible, aquello que es sutil y profundo. Así busco implementar estas enseñanzas y vivir cada día, cada minuto y cada paso que doy, sabiendo que siempre habrá éxito aun en los tropiezos. Y doy muchos pasos, caminando por una ciudad, un país y un planeta que me acogieron. Doy muchos pasos, tantos que me aparté físicamente de la ciudad y país donde nací; aunque no del todo, pues me quedó en forma de marcas en

Viejas noticias, viejas aterradoras noticias, se están apoderando del mundo y #TerceraGuerraMundial está en tendencia. Los actores cambian, la obra sigue igual... no parece tanto un año nuevo, ¿verdad? Pero hay una gran novedad que nosotros como humanos podemos experimentar, particularmente si las cosas siguen igual: un cambio de actitud que me hace ver la vida con diferentes lentes. ¿Cómo cambiarla? Centrémonos primero en el lado positivo de la vida. Aunque siempre hay algo constructivo en cada escena de la vida, a veces lo bueno se esconde detrás de un muro de negatividad. Al usar tu memoria para recordar las cosas fantásticas que te han sucedido, lo experimentarás como si esto estuviera sucediendo en este momento. Por cierto, no subestimes la esperanza: te mostrará la salida de la niebla de la desesperanza. Otro cambio que puedes hacer es generar emociones positivas como el perdón y la gratitud . Funcionan como si estuviera tomando una ducha fresca durant