El impacto del pensamiento positivo


Mucho se ha hablado de la actitud positiva. En algunas líneas del crecimiento personal, se considera que la actitud positiva es la clave para el cambio de vida. Es decir, si quieres conseguir un trabajo, ¡piénsalo y lo lograrás! Si quieres curarte de una enfermedad, ¡piénsalo y lo lograrás!

Sin embargo, no siempre funciona… Uno de los mejores libros que he leído es Misión de Amor, del Dr. Roger Cole, un oncólogo que pasó a trabajar en cuidados paliativos y vio el efecto negativo de la actitud positiva. Una de las historias más conmovedoras era de una mujer que decidió tratar su cáncer con terapias alternativas, dieta, meditación y muchas oraciones. Al llegar al Dr. Roger, ella estaba destruida no solo físicamente, sino también anímicamente.

El pensamiento positivo trabaja en otro nivel. En primer lugar, te motiva a entender cómo funciona la forma de pensar, por qué surgen pensamientos, negativos o positivos. Esto te ayuda a entender el pensamiento en su dimensión completa. Tal vez la actitud en general sea positiva, pero puede haber unos pensamientos “escondidos”, motivados por experiencias vividas o de otras personas, que minan esta actitud, impidiendo que su poder real actúe.

En segundo lugar, te ayuda a comprender las situaciones de la vida de otras formas. Tal vez para las personas del mundo una enfermedad es algo negativo, pero hay la posibilidad de que se pueda aprender algo de esa situación. Con la ayuda del pensamiento positivo, puedes ir más allá de la influencia de las situaciones. Aunque estés bajo circunstancias muy negativas, tu aprendizaje puede ayudarte y a muchos otros.

Por último, al crear el hábito de siempre pensar positivamente, experimentarás una extraordinaria energía de ánimo y entusiasmo. Para ti, todo será un descubrimiento y algo extraordinario. Los problemas se convertirán en retos, los obstáculos en formas de crecimiento acelerado, y las dificultades en enseñanzas poderosas. Todos los días, será motivo de mirarte en el espejo y sonreír…

A veces, cuando solo te concentras en la actitud positiva, es posible que ignores los problemas, no valores los obstáculos y evites pensar en las dificultades. Con el pensamiento positivo, tu mente se enfocará en solucionar el problema (no en el problema):}; en crecer espiritual, mental o socialmente (no en el obstáculo), y en aprender MUCHÍSIMO (no en la dificultad).

¿Cómo desarrollar el hábito del pensamiento positivo?
Compañía positiva ayuda mucho
  1. “Aliméntate” mucho de ideas positivas a través de lectura, imágenes o sonidos. Concéntrate en materiales que te den esperanza, coraje, determinación, amor, paz y otras cualidades positivas.
  2. Rodéate de gente positiva y crea un entorno positivo en tu trabajo, hogar o escuela. Normalmente, esto se refiere a crear un ambiente más verde, con música suave, que estimula a pensar y reflexionar, y mucha luz.
  3. Dialoga de forma positiva. No evite los aspectos negativos de la vida, pero enmárcalo en un marco de oportunidades y enseñanzas.
  4. Acepta tus defectos y errores, así como los de los demás, como algo natural, sin preocuparte tanto y, principalmente, sin que dejes de amar.
  5. Cuando las situaciones son realmente negativas o difíciles y te sea complicado pensar positivamente, conversa con alguien que te ayude a recuperar lo positivo de tu propio ser.
  6. Medita. Todos los días, medita, generando esta energía positiva desde adentro. 

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