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Mostrando las entradas de diciembre, 2011

Viejo Año Nuevo

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Cuando yo era niño, solía esperar que algo pasara indicando el comienzo de un nuevo año y realmente me quedaba decepcionado de que nada sucedía... Entonces, imagina lo que sentí a la media-noche del 31 de diciembre del 2011, o las cero horas del 1er de enero del 2012, cuando vi... cuando lo vi... ¡AHÍ, SENTADO, DELANTE DE MÍ! El 2012. Fresquito, enterito, nuevito... Oops, algo pasa de malo... Este 2012 no está fresquito, ni enterito, ni nuevito. Lo veo envejecido, cansado, ¿borracho? No tanto, pero se le ve muy malo. - Y ¿cómo querías que yo estuvieras? - me dice, mirándome a los ojos Lentamente se para y ajusta la cinta que dice AÑO 2012. Mira alrededor de mi habitación y después me mira. - Entonces, ¿no sabes hablar? Solo ahí me di cuenta que no había dicho nada. - Pues, no, digo, sí, lo que pasa es que no esperaba, bueno, no esperaba... - ¡El Año Nuevo en tu habitación! Ja, pero yo sí tenía que venir, pues eres el último niño que aún cree que el año nuevo es algo físico. -

Sobre dictaduras y libertad

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Soy de Brasil. Nací un año después de la implementación de una ley que dio poderes extras al gobierno militar. Crecí en medio de ese gobierno y aún sin entender qué pasaba, deseé en algún momento ser comunista, pero acabé militar. Tal vez te preguntes como qué yo entendía qué pasaba. La primera y más fuerte indicación de una dictadura es el control de los medios de comunicación, así que literalmente los países donde hay una dictadura, la mayor parte de su población no lo sabe... Como yo. Pero, las cosas no pueden ocultarse totalmente, de ahí el deseo mío de ir a vivir en la Unión Soviética. Parte de la influencia venía de profesores que medio temblaban, hablaban bajito y nos daban libros "subversivos" para leer (desde luego, por algo fueron aprobados por la censura que censuraba ABSOLUTAMENTE TODO lo producido en el país). Parte de la influencia vino de una natural intuición humana, un ser que fue hecho para ser libre. Afortunadamente, la viví como niño y adolescente, de

Diario de mi Último Año

El árbol de Navidad decora varias partes por donde camino. ¡Es Navidad! Una parte de mí pregunta ¿a dónde se fue el año? ¿A dónde se fue mi vida? Otra parte de mí trata de entregarse a la fiesta y celebraciones alrededor. Afortunadamente, la segunda parte logra vencer. Me veo rodeado por personas alegres y felices. Alegría y felicidad son dos cosas muy distintas. Aprendí que algunas veces, la alegría es usada para esconder la ausencia de la felicidad y me aseguro que todos estamos alegres por lo que sentimos, no para evitar algo triste. Ser feliz es algo profundo, viene desde adentro del ser, no puede ser provocado o impedido por algo externo. En estos momentos, estoy muy, muy feliz. Soy feliz. Confieso que en algunos momentos estuve mal. Después de todo, este es mi último año. Mi última navidad. Saber que uno se va... no sé como explicar, es como sentir que dejas algo inconcluso, y deseas finalizar eso, concluirlo. Pero, como alguien dijo otro día, “mi visa fue cancelada” y

Perspectivas de abundancia

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En medio de la discusión económica que agobia el panorama global, ayer estuve en contacto con algo inusitado: la abundancia . Para orgullo de muchos, Bogotá realiza su segundo TEDx que, aunque no es el TED oficial , nos da la oportunidad de conversar y explorar, de ir más allá de las barreras de la comprensión y asimilar nuevas realidades. Me sorprendí. La razón principal fue el tono intimista, humanista y quasi-espiritual que tomó cuenta de los conferencistas. Sí, porque la abundancia es necesariamente algo interior. Es fácil ver las causas externas, donde alguien es más rico que otra persona. Desde estas causas se han generado guerras, revoluciones, partidos políticos que, eventualmente, lo único que hacen es que los que antes eran pobres se vuelven ricos y explotan a los que antes eran ricos. En otras palabras, no ha funcionado. Pero, cuando vamos más allá y vemos la esencia (punto común de los conferencistas), entonces nos damos cuenta que la abundancia es algo de cultura,

El espíritu de ser líder

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En un lugar espectacular, con la inesperada pero bienvenida ayuda del clima, hubo el retiro El Espíritu de Líder . Junto con mi amiga de varios años, Marli, fue una fantástica oportunidad de ayudar a los líderes a ver el liderazgo con nueva profundidad. En los tiempos que vivimos, es posiblemente la única forma de que podamos evitar el colapso de nuestra civilización, o al menos minimizarlo. Esa profundidad es el verdadero espíritu del liderazgo, donde esta palabra deja de ser una mera cualidad o competencia, y pasa a ser la esencia de ser en este mundo. Cuando el espíritu está despierto, naturalmente el liderazgo es bien desempeñado, los obstáculos son sorteados y las crisis se convierten en excelentes oportunidades de cambio. Te invito a que pienses en el liderazgo de otra manera, a dejar el espíritu de tu liderazgo salir volando de la jaula de los modelos actuales.