¿Pueden motivar los valores?

 

Hace muchos años, comencé a explorar el tema de los valores. Fue... interesante... pero honestamente, no vi mucho valor en los valores.

Un día, di una conferencia sobre valores, en realidad, varias conferencias, así que tuve que explorar, investigar y aprender que los valores son mucho más que algo bueno: un valor es uno de los aspectos más vitales de la vida, parte de nuestra brújula interior.

Los valores desempeñan dos papeles clave en nuestras vidas y ambos son profundamente motivadores.

El primer papel es conectarnos con nosotros mismos. Algunos dirían que los valores son la espiritualidad traducida al mundo físico. La motivación, en este caso, surge cuando vivimos y trabajamos alineados con ellos y es importante evitar actividades que de alguna manera los repriman.

Por ejemplo, un@ médic@ necesita paciencia para tratar con pacientes. Cuando la paciencia es uno de sus valores, su motivación fluye de forma natural. Pero si su enfoque está solo en el lado técnico o científico, puede sentirse agotad@ o desmotivad@ en sus interacciones.

El segundo papel de un valor es fomentar la acción. Muchas de las cosas que hacemos, como leer este post, hablar con un niño, cuidar de un jardín, están impulsadas por un valor interno. Cuando lo que hacemos no se alinea con eso, no importa cuán interesante o rentable sea la tarea, aún se sentirá vacía.

Cuando me uní a la escuela de la Fuerza Aérea (EPCAR, Brasil), me sentí inspirado por el fuerte entorno educativo. Ciertos valores, como la superación personal y la movilidad social, casi me “empujaban” a ir allí. Sin embargo, debido a que los valores militares no formaban parte de mi propio conjunto interior, en algún momento comencé a sentirme insatisfecho, incluso rebelde.

Lo bueno de los valores es que se pueden desarrollar. A través de la reflexión, el diálogo y la práctica constante, podemos cultivar otros nuevos. Entonces, si eres es@ hipotétic@ médic@ que no logra manejar los pacientes, puedes aprender a tratarlos con cuidado y empatía, desarrollando los valores necesarios para eso.

Y tal vez, si hubiera insistido un poco más y superado mis sentimientos de rebeldía, aún podría haber encontrado mi lugar en lo militar, esta vez en la Marina.

Al final, cualquier falta de motivación que sintamos podría ser solo una señal de que es hora de redescubrir y desarrollar los valores correctos.

 

Esta es una publicación de una serie sobre la motivación, comenzando desde adentro.

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