La espiritualidad como motivadora

 

Me sentía... perdido. Bueno, como adolescente, supongo que eso es parte del perfil, pero estaba en una situación peor que muchos de mis amigos.

¿Qué me ayudó a encontrar mi propio camino? La espiritualidad.

Por eso siento que ser espiritual no es algo pasivo. Es motivador y dinámico; es transformador.

Para mí, la espiritualidad me da una razón para levantarme todos los días y una sensación de comodidad cuando me voy a dormir por la noche. Me recuerda que todo lo que creo tiene un propósito: puede nutrir a alguien, traer esperanza o despertar la energía de otros, sin límites ni restricciones.

Cada vez que trabajo, no es solo por mí o por el dinero; es para el universo. Se trata de ofrecer un poco de esperanza o una experiencia significativa, aunque solo sea por un momento. Cada vez que me conecto con alguien, es una oportunidad para enviar buenos deseos y recibir lo mejor que tienen para ofrecer a cambio.

La espiritualidad me motiva porque me saca del caos y del ruido, llevándome a esa maravillosa calma interior, desde la cual puedo avanzar.

Pero, ¿siempre es motivadora? No siempre.

A veces, tú y yo necesitamos hacer una pausa y reflexionar, detener la realidad por un tiempo. La espiritualidad ofrece muchas herramientas para hacer exactamente eso, y en esos momentos, puede que no se sienta motivadora. Es más como un intervalo en un juego: necesario y revitalizante. Sin embargo, al igual que en un juego, el director técnico se vuelve motivador. Durante estas pausas espirituales, a menudo existe la tentación de no volver al ruido. Es en ese momento que un agente externo (una esposa, un hermano, una jefa o amigo) podría intervenir para recordarnos que volvamos al campo de acción.

Pruébalo. Si alguna vez te sientes desesperad@ o desmotivad@, ve hacia adentro. Medita, reflexiona, contempla, ora... Permítete experimentar esa lluvia de energía y luego vuelve a la acción. Sentirás la diferencia.

 

Esta es una publicación de una serie sobre la motivación, comenzando desde adentro.

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