Viejo, nuevo…

El viejo año acaba de terminar para ti, pero ¿cómo piensas que el Año Nuevo sea… nuevo?

Porque, ya sabes, las cosas serán casi iguales: el mismo trabajo, la misma familia, algún vecino complicado y el vecino muy simpático.

¡Tu personalidad será la misma y estoy seguro de que tus gustos también!

Tu peinado puede cambiar, pero no tu cabello... Puedes cambiar la moda de tu ropa, pero no las razones para vestirlas...

Es posible que haya nuevos gobernantes sobre el mismo pueblo, el mismo país, las mismas posibilidades y problemas.

Entonces, ¿dónde está la parte nueva del Año Nuevo?

Quizás cuando vayas a trabajar, interactúes con tu familia o vecinos hagas el mejor esfuerzo para verlos con lentes nuevos, evitar viejos tipos de pensamientos y enviarles la energía más hermosa que tienes en tu corazón.

En lugar de intentar cambiar tu apariencia externa, ¿por qué no intentas cambiar tu apariencia interna? Puede probar una nueva actitud hacia los demás o aportar lo mejor de ti mism@ a tu vida diaria.

De hecho, no es necesario que lo intentes, ¡hazlo! ¡Porque realmente puedes!

Y por último, ¿por qué no intentas ser tu propio líder? De esta manera, no importa quién esté en el puesto de gobierno, tu vida y la de otras personas se beneficiarán al máximo de la gran persona que eres.






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