Manejo del tiempo en tiempos muy modernos

El tiempo es fijo y rígido – todos los días del año tienen 24 horas y todas las horas tienen 60 minutos. Y así sigue.

Sin embargo, como seres humanos, el manejo de estos minutos y horas, de eses días y años, segundos y décadas, es bastante flexible y así la sensación que el tiempo nos da también es flexible. ¿Quién no ha estado en una clase de 45 minutos que duró 2 horas (en su cabeza)? O en un lindo lugar, con esta persona especial, ¿un día entero que pasó en una hora?

Pero cuando miramos los tiempos en que vivimos, con noticias que llegan 24 horas, a todo momento, y cambios que hace unas décadas tardarían una década para suceder y que hoy ocurren en unos pocos meses, esta flexibilidad interior nos atrapa en el invisible reloj de arena que el ser humano utiliza para medir su productividad, sus metas y su vida en general.

Es hora de repensar como manejamos el tiempo. Hay varias ideas que están en el aire – tal vez la que me parece más interesante es la de la sociedad pos-trabajo, o sea, que el trabajo como lo conocemos está desapareciendo; esto implica que el tiempo de muchas personas que gira alrededor de un espacio cerrado llamado oficina, también está por cambiar.

Quizá lo principal en esta época para no verse estresado debido a que no tengo tiempo, es recordar que el manejo que le damos es en realidad condicionado por nuestra consciencia. Así, al trabajar en la consciencia, podemos suavizar los efectos del loco ritmo que hoy nos hace correr y correr.

Cuando se dice que esta clase duró mucho tiempo, es que la consciencia no estaba alineada con la necesidad del momento. El alumno olvidó por esos instantes la importancia de lo que estaba recibiendo y probablemente estaba consciente de otras necesidades personales como las de jugar, trabajar o estar con sus amigos. Esa falta de alineación fue lo que hizo que la sensación del tiempo lo hiciera mucho más largo que en la realidad.

Así que, si necesitas disfrutar algo más de lo normal, que algo te dure más de lo que la realidad te permite, la consciencia de desapego te dará exactamente esta experiencia, pues te desalineas de lo que está pasando y te permite observarlo como si estuvieras viendo una película.

Por otro lado, al alinear la consciencia en la realidad, al sumergirte en lo que está pasando, como en el caso de ese día pasado al lado de una persona interesante, el tiempo se acelera y hay situaciones en la vida que queremos que pasen rápido; la solución es por lo tanto, abrazarla y aceptarla, dejar que fluya por donde estés.

Si quieres evitar el dolor de ese momento, el amor puede ayudar mucho. La consciencia de amor hará que el tiempo vuele, y no se necesita tener amor por lo que está pasando… El simple acto de amar de forma incondicional, de perdonar quien te causa daño y desearle lo mejor, hará que algo desagradable sea experimentado como si fuera positivo. Y rápido.


Experimenta estas dos formas de consciencia en tu día a día, eso ayudará que el tiempo te rinda mucho y te entregará una mayor satisfacción.

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