La sutileza de ser

Ser… tal vez el verbo más sutil y difícil de definir y aun así, el más utilizado.

¿Qué soy? ¿Qué eres?

¿Quién soy? ¿Quién eres?

Ni las múltiples maneras de usar el verbo pueden aclarar la sutileza de su impacto – cuando no somos, no existimos y por lo tanto, todo lo que hacemos no contó con nuestra presencia real…

Por un lado está la experiencia física de SER: el género, la edad, la nacionalidad, profesión, equipo favorito de fútbol, etc. Por otro lado, está la experiencia espiritual de SER: las virtudes interiores, los poderes espirituales, la incondicionalidad de simplemente existir…

Meditar es enfocarse en el segundo aspecto, en vez del primero. Es desviar la atención, la energía y enfoque de lo que es tangible y visible hacia lo intangible e invisible; es experimentarlo como si fuera tan real como el primer aspecto. Esto se debe a que realmente ambos aspectos del SER son reales…

Al enfocarse en el aspecto físico puede haber aspectos positivos y placeres, pero también puede haber cosas muy negativas que nos pasen.

Al enfocarse en el segundo aspecto, hay certidumbre y una experiencia única, siempre positiva.

¿Qué esperas? Ahora mismo, mientras estás sentado… concéntrate en tu propio ser… en quien eres… más allá de la forma física… más allá de estas palabras… siente tu propio ser…


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