Navidad, navidad... oops, ¡todavía no!

Al entrar diciembre, parece que una alarma suena en el interior del ser e indica que algo muy especial pasa en este mes.

La energía cambia, la forma de trabajar es diferente e incluso cómo nos relacionamo
s se hace distinto. ¿Por qué?

Navidad en realidad es una excusa para un cambio de comportamiento colectivo donde las virtudes y valores se hacen más evidentes que en el resto del año. La estructura social se adaptó a eso, promoviendo vacaciones y estimulando la economía en muchos aspectos.

Pero más allá de la idea, símbolo o existencia de esa celebración, es bueno comprender que estos valores y virtudes que aparecen, estas sensaciones que experimentamos y ese deseo de rehacer amistades destruidas, todo eso YA ESTÁ en nosotros, aún antes de diciembre llegar.

A cualquier momento del año podemos entonces experimentar la Navidad. Es solo una cuestión de cambiar la consciencia y ver el mundo no como una amenaza constante, sino como un océano de oportunidades que solo está esperando que demos una zambullida para vivirlas.

Por lo tanto, para no saturar el día de Navidad, desde ahora  empieza a llamar a estas personas con quienes quieres hablar. No espere el momento de dar regalos para decir cuán increíble es alguien o lo agradecido que estás por su existencia. No tienes que esperar el día 24 o 25 para ser generoso, compasivo y gentil.

Eres eso que estás sintiendo. Déjalo salir y fluir, iluminando el mundo con tu fantástica energía. ¡Hoy es tu Navidad!

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