¿Por qué soy vegetariano?


Mi vida espiritual actual no tiene lógica. Cualquiera que me conociera antes de yo tomar la decisión que cambió mi vida, dudaría si lo dijera que llegaría a ser lo que soy hoy, pero es probable que el choque más fuerte fuera el tema del vegetarianismo.

Entiéndame, ser vegetariano en Brasil es tan natural como tener el pelo verde... Personas de mi entorno suelen comer carne en alguna de sus formas tres veces al día, toda su vida. Y yo disfrutaba eso. No solo lo disfrutaba, sino que me burlaba de comer verduras; con mucho esfuerzo, aceptaba unos tomates o lechugas en mi carnívoro plato.

La decisión de volverme vegetariano me sorprende hasta hoy... ¿La razón? Comprendí la dimensión espiritual del vegetarianismo.

No soy vegetariano por mi salud o por economía, ni siquiera por ética. Estos son factores que aprecié más tarde, pero mi razón original fue sencilla: cada animal es un alma, igual que yo, es un ser espiritual con toda una capacidad latente.

Pero al comienzo fue bien complicado. La verdad es que no estaba convencido totalmente que ser vegetariano me haría una persona mejor, pero poco a poco el vegetarianismo empezó a cambiar mi personalidad.

Creo que la primera especialidad que logré fue la de la creatividad. Miren, no es sencillo alimentar un vegetariano, y viví en una pequeña comunidad donde tenía que cocinar al menos una vez por semana y alimentar a varios. Hay que ser muy creativo para eso... Poco a poco, esa creatividad a la hora de cocinar - y sí, ser vegetariano implica y casi te obliga a saber cocinar - se transfirió a mi forma de pensar y actuar, y hoy la veo presente en gran parte de los actos de mi vida.

La segunda especialidad relacionada fue la recursividad y flexibilidad. Cuando eres vegetariano en ambientes no-vegetarianos, hay que no solo adaptarse mucho sin perder ese principio, también es necesario buscar y encontrar diferentes posibilidades de alimentación.

En la medida que mi cambio pasó a ser parte de mí y el vegetarianismo se convirtió en algo tan natural como comer carne lo era antes, noto que por fin voy recibiendo el mayor regalo que eso entrega a todos: la no-violencia. Es bonito poder reaccionar a situaciones muy difíciles y retadoras utilizando el arma de la paz.

Bueno, no sé si esto te inspira a ser vegetariano, o al menos probarlo, pero te comparto mi primera receta, la primera comida que me "inventé" un día: una mayonesa casera...

  • 4 papas
  • 2 zanahorias
  • Orégano, perejil, sal a gusto, aceite de oliva, vinagre
En una olla a presión, pone las papas y zanahorias, ya peladas. En 20 minutos, deben estar bastante blandas. Ponlas en una licuadora, junto con los condimentos, sal, aceite y vinagre, hasta que tengas una consistencia perfecta para untar.

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