La reingeniería de la creencia

De vez en cuando, todos necesitamos cuestionar nuestras propias creencias.

Sabe, las creencias no son fáciles de identificar. Ellas están tan inmersas en el ser que muchas veces no las conocemos. Por ejemplo, alguien puede decir que no cree en supersticiones, pero al ver un gato negro cruzando una calle, lo evita...

La razón de eso es que las creencias desaparecen dentro del ser. Puedes imaginarlas como semillas que se funden a la tierra y se convierten en un árbol. Es el árbol que ves, no las semillas.

Son tus acciones y comportamientos que son visibles. Es tu actitud y consciencia que se percibe. Tus creencias...

Así no suele ser fácil cambiar las creencias o al menos ajustarlas a tu realidad (y admitir que mueres de susto que un gato negro te cruce el camino...). Hay varias maneras de hacer este trabajo, pero hay dos que puedo sugerir, pues he visto que funcionan muy a menudo.

La primera es exponerse a lo que crees (aunque sea superficialmente) malo o negativo. Por ejemplo, si crees en Dios, vale la pena ir y escuchar a un ateo. Eso puede fortalecer la creencia o revelar su debilidad. A veces, yo hago eso: me pongo a ver videos de personas que no solo no creen en Dios, sino que predican eso; para mí me sirve revisar la forma como veo Dios y mi relación con él. Sin embargo, hay que ser cuidadoso; recientemente, un pastor decidió hacer este proceso durante un año y, adivina qué... ¡ya no cree en Dios!

La segunda es un trabajo que pasa por un cambio de consciencia que es lo que hacemos en la espiritualidad. Cuando la consciencia cambia, normalmente significa que la creencia de la cual viene también ha cambiado. Por ejemplo, mientras más practiques la meditación, más lograrás una nueva percepción de tú mismo y tu entorno. En la medida que esta práctica se fortalece, esa percepción pasa a ser parte de tu vida y para que tu ser se alinee, la creencia también cambiará.

¿Qué beneficio hay en este proceso? ¿Será realmente necesario?

  • En primer lugar, la coherencia es el premio más grande que recibes al trabajar con tus propias creencias.
  • Puedes abrirte más a nuevas experiencias.
  • Disfrutarás la vida como nunca antes.
  • Gran parte de tus bloqueos mentales desaparecen cuando la creencia es modificada.


Si te atraen los beneficios, no tardes en hacer estos cambios interiores...

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