¿Viste a alguien honesto por ahí?
Cuando comencé a trabajar en valores, me di cuenta que algunos valores ya prácticamente no existen más. Han sido destruidos por años de abuso y porque no les hemos dado, exactamente, VALOR...
Uno de ellos es la honestidad. Cuéntame, ¿cuántas personas honestas conoces?
Ah, creo que dirás que muchas. Muy bien... Recordemos que la honestidad es el arte de expresar solamente la realidad, sin agregar nada que la cambie. ¿Estás de acuerdo? Muy bien, ¿cuántas personas conoces que no cambian la realidad a la hora de contarla?
En realidad, lo que ha pasado es que hemos ajustado la idea de honestidad al mundo en que vivimos actualmente. Sí, consideramos deshonestos personas que mienten y, debido a eso, causan daños a otros, como políticos corruptos o ladrones, pero no vemos problema en un marido llamar a su esposa y decirle que está trabajando horas extras mientras disfruta la compañía de otras personas en un bar... al menos sus amigos no lo considerarán deshonesto.
Quiero hablar de las consecuencias de eso, pero antes debemos comprender algo: los valores realmente no mueren. Lo que pasa es que dejan de ser utilizados y siempre, siempre, una "vocecita" sonará dentro de tu ser, indicando que no está bien lo que hiciste, o sí está bien. Así que aunque hemos adaptado el concepto de honestidad para no sentirnos culpables, internamente la idea todavía existe...
Los amigos de ese hombre que mintió a su esposa saben de esa mentira. Lo autorizan e incluso le da status en el grupo. Pero hay algo más: ellos saben que él mintió a alguien que supuestamente es la persona que más ama en el mundo. Así, ¿qué hará con ellos? La semilla de desconfianza estará plantada y aunque en situaciones como una noche en el bar o una fiesta, los amigos lo acogerán, si un día él tiene que invitarlos a hacer un gran negocio, por ejemplo, es muy probable que ellos rechacen eso... Después de todo, ese hombre no es honesto.
¿Cómo recuperar la honestidad? Hace unos años, la directora mundial de Brahma Kumaris, Dadi Prakashmani, falleció. Como un memorial a ella, decidí ya no más mentir. Créanme, no es fácil, pero he mantenido la promesa que hice. Lo primero que puedes hacer es pensar en alguien importante para ti y prometer algo relacionado con la honestidad. Verás que esa promesa tendrá fuerza.
La segunda etapa de tu proceso es cuando ya estás seguro de esa promesa, cuando ya es natural en tu comportamiento y empiezas a "refinar" el tema. Puede que yo mienta, pero tampoco hablo toda la verdad... Refinar es ponerse un reto de hablar la verdad completa cuando sea el momento (no olvidando que la diferencia entre la honestidad y la sinceridad está en que la primera es reactiva y la segunda es proactiva).
Algo para tener en cuenta es observar el beneficio de hacer resurgir un valor en su vida. Eso implica muchas veces una alineación de la brújula interna y un cambio de hábitos y comportamientos. Si no vemos el beneficio, es muy fácil hacer que estos valores vuelvan a desaparecer y seguir con la vida tal como la vivimos.
Entonces, ¿listo para empezar? Te deseo lo mejor en este proceso.
Uno de ellos es la honestidad. Cuéntame, ¿cuántas personas honestas conoces?
Ah, creo que dirás que muchas. Muy bien... Recordemos que la honestidad es el arte de expresar solamente la realidad, sin agregar nada que la cambie. ¿Estás de acuerdo? Muy bien, ¿cuántas personas conoces que no cambian la realidad a la hora de contarla?
En realidad, lo que ha pasado es que hemos ajustado la idea de honestidad al mundo en que vivimos actualmente. Sí, consideramos deshonestos personas que mienten y, debido a eso, causan daños a otros, como políticos corruptos o ladrones, pero no vemos problema en un marido llamar a su esposa y decirle que está trabajando horas extras mientras disfruta la compañía de otras personas en un bar... al menos sus amigos no lo considerarán deshonesto.
Quiero hablar de las consecuencias de eso, pero antes debemos comprender algo: los valores realmente no mueren. Lo que pasa es que dejan de ser utilizados y siempre, siempre, una "vocecita" sonará dentro de tu ser, indicando que no está bien lo que hiciste, o sí está bien. Así que aunque hemos adaptado el concepto de honestidad para no sentirnos culpables, internamente la idea todavía existe...
Los amigos de ese hombre que mintió a su esposa saben de esa mentira. Lo autorizan e incluso le da status en el grupo. Pero hay algo más: ellos saben que él mintió a alguien que supuestamente es la persona que más ama en el mundo. Así, ¿qué hará con ellos? La semilla de desconfianza estará plantada y aunque en situaciones como una noche en el bar o una fiesta, los amigos lo acogerán, si un día él tiene que invitarlos a hacer un gran negocio, por ejemplo, es muy probable que ellos rechacen eso... Después de todo, ese hombre no es honesto.
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| Dadi Prakashmani |
La segunda etapa de tu proceso es cuando ya estás seguro de esa promesa, cuando ya es natural en tu comportamiento y empiezas a "refinar" el tema. Puede que yo mienta, pero tampoco hablo toda la verdad... Refinar es ponerse un reto de hablar la verdad completa cuando sea el momento (no olvidando que la diferencia entre la honestidad y la sinceridad está en que la primera es reactiva y la segunda es proactiva).
Algo para tener en cuenta es observar el beneficio de hacer resurgir un valor en su vida. Eso implica muchas veces una alineación de la brújula interna y un cambio de hábitos y comportamientos. Si no vemos el beneficio, es muy fácil hacer que estos valores vuelvan a desaparecer y seguir con la vida tal como la vivimos.
Entonces, ¿listo para empezar? Te deseo lo mejor en este proceso.
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