Tu actitud ante el tiempo (Sociedad con el tiempo)

Para que cambies la forma como te relacionas con el tiempo, debes cambiar la forma como piensas sobre él.

Eso requiere concentración y cierta disciplina, evitando algunos tipos de pensamientos y estimulando otros. En la medida que desarrolles una actitud positiva y clara sobre el tiempo, mejor serás capaz de manejar tu relación con él. Y algo más: cambiar la actitud con relación al tiempo no es necesariamente pensar en él. Lo que quiero mostrar aquí es el impacto que tu forma de pensar y ver el mundo tiene sobre tu tiempo.

Después de todo nadie realmente pierde su tiempo o llega tarde. Es todo una cuestión de perspectiva, de sensaciones interiores que van de la mano a lo que piensas.

¿Cuáles son los tipos de pensamientos que debemos evitar?

  • Fuera de lugar. Es común que pienses en cosas que tienes que hacer DESPUÉS que han sucedido o en situaciones que no tienen que ver. Por ejemplo: pensar en lo que no hablaste en una conferencia; pensar en la cena que prepararás esta noche durante una reunión de negocios.
  • Expectativas. No hay nada que peor que las expectativas cuando no son basadas en una realidad, meta, objetivo o visión. Es fundamental que, al pensar en el futuro, aterrícelo, hágalo parte de tu realidad presente. Por ejemplo, si empiezas a soñar con comprar una casa nueva después de recibir un aumento de sueldo, este sueño disminuirá tu productividad porque no estarás en el aquí y ahora y podrá provocar justo el efecto contrario, al perder tu trabajo.
  • Arrepentimiento. Mucho de nuestro tiempo es desperdiciado, probablemente más del 70% al día. Así que es fácil de vez en cuando experimentar tristeza por lo que pudiste hacer y ya no lo puedes, lo que afecta tu manera de ser y puede dañar el presente que vives también. Por ejemplo, cuando te das cuenta que ya no estás tan joven y echas de menos los momentos que podrías haber ido a pasear por la naturaleza y viajar por el mundo, en ese momento de remordimiento, no te das cuenta de lo bello que hoy vives.


¿Qué pensamientos debemos estimular?

  • Sincronía. Estar en el aquí y ahora exige mucha energía, pero es fundamental para desarrollar una buena relación con el tiempo. Si ya hablaste en la conferencia y surgen pensamientos sobre lo que no hablaste, simplemente anota lo que surja y dialoga contigo mismo, indicando que la próxima vez, lo tendrás en cuenta; hecho eso, concéntrate en lo que estás en el momento. Y si realmente vas a hacer una cena esta noche y este pensamiento surge durante una reunión de negocios, el mejor método es anotar en un pedacito de papel o en tu equipo, y después revisar el tema; mientras tanto, disfruta de la reunión y da lo mejor que puedas.
  • Anticipación positiva. Como seres humanos, fácilmente podemos pensar en el futuro y experimentarlo ahora mismo, pero sin perder la energía. Todo lo contrario, eso da muchas más ganas para seguir adelante. Así que si empiezas a pensar en esa casa que comprarás, visualiza bien lo que vas a comprar y trabaja con más energía en el presente, para que esto se dé.
  • Enseñanza. Comprendes que todo lo que pasó te enseñó algo, así que lo asimila en tu corazón y te propones metas para aplicar esta enseñanza. Si ya no eres tan joven y te das cuenta que no hiciste mucho de lo que quisiste, busca pasar este conocimiento a otras generaciones de forma que ellos puedan vivir la vida integralmente.


Busca hacer esto durante un mes, concentrándote en estimular una actitud distinta y evitar la actitud negativa, y observa tus resultados.

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