Como evitar las trampas del ego

Dentro de nosotros, hay un muñequito que es muy inquieto y no para de hablar. Ese muñequito, el ego, es en realidad la imagen que tenemos de quienes realmente somos.

Siempre correctos, alegres, serios, comprometidos, trabajadores duros, llenos de vida, sabios, inteligentísimos, espirituales... Esas definiciones propias son parte del ego. Aunque a veces se usa como sinónimo de arrogancia, el ego también incluye la sensación de ser víctimas, de no saber nada, de impotencia, de ser pobre y otros aspectos que normalmente no se asocian a la arrogancia.

El conflicto que el ego genera, su trampa principal, es el hecho de que los demás no nos ven como nosotros nos vemos. Sí, a veces están de acuerdo (espirituales...), otras parcialmente de acuerdo (comprometidos...), pero muchas veces están en desacuerdo total (siempre correctos, alegres, serios, etc.). La razón es que las reglas que usamos para medir algo son distintas...

Cuando trabajamos en la espiritualidad, este es uno de los "enemigos" que debemos superar. No es el más importante, ni es el más difícil, pero puede causar una serie de problemas especialmente al comienzo de la espiritualidad y cuando llegamos a un cierto tiempo de práctica.

La primera trampa, que es la principal, es que al entrar en un camino espiritual, gran parte del proceso es aprender de nuevo. Una persona con ego tendrá muchas dificultades en aprender, ya que no aceptará fácilmente lo que los demás le digan. Después de todo, mientras la persona se ve de una forma, los demás tienen una imagen distinta y el aprendizaje se basará en esta imagen. No es difícil salir de esta trampa, pero puede tardar un poco. Para salir, puedes hacer uso de: obediencia total, donde reprimes tu deseo de no seguir lo que dicen; estudiar más para comprender lo que te dicen, o simplemente experimentar amor por los demás y aceptar lo que te dicen, con base en ese amor.

La segunda trampa importante se refiere a la segunda cara del ego, la cara negativa. Arrogancia deja de ser un problema en la espiritualidad y es remplazada por la autoestima, junto con la asertividad positiva. Pero tarda un poco vencer la sensación negativa con relación al propio ser. Después de todo, nos conocemos muy bien... En este caso, vale la pena conversar con personas más espirituales que tú y dejar que te cuenten que ven de positivo en ti. Otro método es dejar fluir libremente tus propias especialidades, lo que eventualmente hará que no te enfoques más en lo negativo que hace parte de tu ego.

La tercera trampa viene más tarde... Cuando ya estás trabajando muchos años en tu propio ego, el sentido de humildad pasa a ser algo visible en ti. Pero, a veces, debido a esa humildad, no recibes el reconocimiento debido. Muchos se dejan llevar por esta trampa y abandonan su propia humildad. Otros deciden vencerla: enfócate en tus propias especialidades, mira lo increíble que eres y no te dejes descorazonar por lo que otros dicen; sé creativo y muestra a otros lo que estás haciendo, sin pompa, pero con mucha claridad, o conversa con alguien más espiritual que tú, comparte tus sentimientos y escucharás palabas muy sabias que seguramente tocarán tu corazón.

Un gran abrazo a ti, compañero en este camino espiritual.

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