El Creador


Si vas a cualquier lado del planeta, encontrás aspectos que prueban la cercanía de la especie humana. Uno de ellos es la creencia en un Creador.

En algunos lugares, será un ser gigantesco, en la forma de un anciano; en otros, un pájaro o algún otro animal, o simplemente la tierra, pero en todas partes del mundo, un memorial del Creador está presente.

¿Y qué tiene eso que ver con mi vida personal?

Hace muchos años, alguien me enseñó una poderosa herramienta para entender el mundo. Recuerdo que en esta época pasaba por una crisis; la mera enseñanza me ayudó a retomar energía y cambiar mucho de mi perspectiva del mundo. Es tan fácil, mira:

  1. En una hoja blanca de papel, pon un punto un poco a la izquierda. Este punto eres tú, enfócate en él y piensa en las cualidades y características de este punto, de ti mismo.
  2. Al lado derecho del punto en una misma línea imaginaria, dibuja otro punto. Este punto representa tu vida, contempla un poco sobre qué significa para ti esto.
  3. Ahora dibuja dos líneas entre estos dos puntos, como si fueran flechas. Una línea representa aquello que das a la vida, la otra lo que tomas. Piensa en la interacción de estas dos que suele ser compleja. Algunas veces, la vida no te da lo que quieres y tienes que tomar a la fuerza. Otras veces, la vida te exige algo y no lo quieres dar y acabas entregando sin amor. Viene el estrés, problemas en las relaciones, etc.
  4. Ahora, pon un tercer punto. En tu mente, parecerá un triángulo, con este punto arriba de ambos puntos, más o menos centrado. Este punto es el Donador, el Creador, Aquel que realmente no necesita nada, pero puede dar todo.
  5. Dibuja dos líneas entre ti (punto) y el Creador (punto), como si fueran flechas. Piensa en tu relación con Dios... en realidad, nada puedes dar a Dios entonces, una de las fechas no está correcta. Es Dios quien te da todo.
  6. La flecha "incorrecta" - aumenta su extensión hasta que toque el punto de la vida. Sí; lo que das a Dios en realidad es lo que darás a la vida.
  7. Cambia ahora las dos flechas que te relacionaban con la vida, dejando solo la que va de la vida hacia ti. En realidad, verás que se convierte en un círculo, donde lo que das a Dios va a la vida, y lo que le llega a la vida, va hacia ti.
  8. La profunda realización: todo depende de ti mismo y de la calidad de tu relación con el Creador.
  9. Pero no deje de observar que la flechita donde Dios te da sigue igual... pues Él nunca va a parar de darte directamente las cualidades que necesitas como amor, paz y coraje.


Contempla tus puntos personales, este ciclo de vida mágico. ¡Qué estés bien!

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