El efecto de la motivación cuando viene de adentro
La motivación puede venir de fuera, pero la verdad es que un día
se va desapareciendo. Cuando eso sucede, tanto nuestro desempeño en varias
áreas como nuestra vida pueden verse afectados.
Pero la motivación también puede venir del interior. Desde dentro
del ser y no está a merced de factores externos.
Toma este ejemplo: tienes un gran proyecto por delante. Exige
muchas horas y mucho esfuerzo. Al
principio, tu motivación externa es alta: el desafío
te genera entusiasmo (¡es algo nuevo!), estás trabajando con un equipo
sólido y la paga es excelente (¡cuatro meses de salario de una sola
vez!).
Entonces la realidad se impone: el reto deja de ser nuevo y hasta
el proyecto más ilusionante acaba cayendo en la rutina; ¿ese equipo al
que elogiaste? resulta que esas personas son un fastidio, arrogantes y
difíciles, y, para colmo, descubres que tu cuñada gana un 30% más en la misma
empresa por un trabajo similar. Así, tu motivación externa se evapora.
Ahora volteemos la mirada. Mismo proyecto, pero con un tipo de
motivación diferente, una motivación interna. Lo ves como una
oportunidad para entrenar y desarrollar tus habilidades, fortalecer la paciencia
y la determinación y reforzar la autoestima. Al final, te has vuelto
mejor, independientemente de la paga, la novedad o la gente. Estos impulsores
internos no desaparecen, aunque necesitan ser cultivados.
En tiempos como estos, cualquier tipo de motivación ayuda. Pero es
bueno recordar: no siempre necesitamos mirar hacia afuera para mantenernos
motivados.
Esta es la primera publicación de una serie sobre motivación,
comenzando desde adentro.
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