Solitud... El poder de estar solo, sola


¿Qué es tan bueno y, sin embargo, causa tanto dolor?

 

Soy introvertido y, por lo tanto, estar solo me cae muy bien, en realidad. Pero no soy un introvertido perfecto... Hace muchos años, estaba a punto de tener mi primera Navidad solito y realmente me tocó de mala forma no tener a nadie más a mi alrededor en esa época del año.

Vivía en Santiago de Chile y la mayoría de las personas que conocía viajaban. Yo estaba allí solo.

Solitario.

Casi solitario; trabajé hasta unos días antes, así que todavía estaba rodeado de gente. En esa situación, decidí llamar a algunas personas que había conocido como profesor de yoga y las invité a almorzar, después de que comenzaran mis vacaciones. ¡Fue maravilloso, una experiencia realmente hermosa y nunca la he olvidado!

 

Solitud.

 

Estar solo no es algo malo en sí mismo, pero puede serlo según las circunstancias y las situaciones.

Después de esa Navidad, pasé la siguiente solo y estuvo bien, porque no me sentí solitario.

Entonces surgió la idea: hay una diferencia entre ser solitari@ y estar en solitud.

No tener personas con las que hablar, sentir su presencia y compartir logros... Eso es soledad. Es considerada por muchos como la puerta a varias enfermedades, además creo que todos estamos de acuerdo en que no es buena...

No tener personas con las que hablar, sentir su presencia y compartir logros porque elegiste ese momento para estar solo se llama solitud. Es considerada por muchos como la puerta para sanar el ser.

La solitud hace que surjan poderes internos, para que podamos ordenar lo que está pasando, resolver situaciones o aceptar lo que sea que esté sucediendo en nuestras vidas. La solitud es el ambiente perfecto para la meditación, el crecimiento personal y la contemplación.

La próxima vez que estés sol@ y la soledad esté llenando tu mente de demasiados pensamientos, cambia tu actitud, medita y transforma el estar solo en el regalo de la solitud.


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