¿Problemas? Trata de usar tu resiliencia.

Cuando hay un problema, una persona normal como tú y yo a menudo nos lanzamos a la solución. Muchas veces, resulta ser sacar conclusiones apresuradas...

Otra forma es reflexionar sobre el problema, visualizar o sentir las posibles soluciones y luego, tomar una decisión. En este caso, estamos utilizando una pequeña parte de nuestra propia resiliencia.

En términos de resolución de problemas, nuestra resiliencia tiene un papel diferente y es útil entenderla.

¿Qué es la resiliencia? Es básicamente nuestra capacidad inherente para recuperarnos (bounce back) después de una crisis o un problema grave. Aunque es inherente, puede ser aumentada o reducirse...

¿Qué es, en términos de resolución de problemas? Bueno, para los problemas pequeños existe la posibilidad de usar tu propia resiliencia:

1. El problema llega, provocando una pequeña tormenta en la mente, demasiados pensamientos, y convierte las decisiones en una difícil tarea.

2. Nos enfrentamos al problema, somos capaces de disminuir la tormenta en la mente, tomamos ciertas decisiones.

3. Volvemos a donde estábamos antes del problema, de acuerdo con nuestra resiliencia.

Sin embargo, la resiliencia es una cualidad o facultad humana, es parte del ser, por lo que podríamos decir que la resiliencia existe desde antes del problema, es decir, puede ayudar en cada etapa del problema:

1. El problema llega, provocando una pequeña tormenta en la mente, demasiados pensamientos, y convierte las decisiones en una difícil tarea. Medito, calmo mi mente, hablo con alguien porque sé que soy fuerte y no paro de crecer por este problema. Soy una persona resiliente.

2. Nos enfrentamos al problema, somos capaces de disminuir la tormenta en la mente, tomamos ciertas decisiones. Mis decisiones provienen de mi propia reflexión, de mi propio poder. Comienzan en mi mente, en forma de un proceso de discernimiento, y luego las implemento.

3. Volvemos a donde estábamos antes del problema, de acuerdo con nuestra resiliencia. Veo la tormenta de problemas y malas situaciones que se van de mi vida y me preparo para seguir adelante... Nunca me detuve, pero es posible que mi cambio personal se viera afectado por ello; ahora, sigo adelante con toda mi fuerza.

Si hacemos este ejercicio, no solo seremos capaces de superar un problema sin mucho esfuerzo, sino que también estaremos aumentando nuestra resiliencia.

 

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