El fracaso definitivo

El fracaso asusta a la gente. Esa es la razón por la que muchas personas deciden ni siquiera intentarlo, para no ser derrotadas, particularmente en la sociedad actual en la que vivimos.

Al fin y al cabo, ¡vivimos en la sociedad de los SUPEREXITOSOS!

Sí, todos muestran su éxito, sus logros y premios. Hace muchos años, hubo un video que se hizo viral sobre la vida según Facebook, mostrando a un hombre que estaba pasando por momentos difíciles y decidió engañar un poco, mostrando solo las mejores partes de su (fingida) vida. Mi mejor escena es cuando se hace un selfie después de correr muchos kilómetros, lo cual era falso ya que tomó el carro para ir allí... Todo se vino abajo después de que su esposa lo engañara y él comenzó a compartir su verdadero estado mental, y perdiendo a todos sus amigos...

Eso significa que el fracaso es peligroso, significa que me dejarán sol@, ¡porque a nadie le gusta un@ perdedor@! Profundicemos en el fracaso:

  • En primer lugar, está el fracaso real, es decir, un fracaso que no se puede ocultar, porque perdiste tu trabajo o no pudiste conseguir que funcionara aquello en lo que invertiste tanto dinero. Una característica hermosa de nosotros, los humanos, es que podemos seguir intentándolo y volviéndolo a intentar, al igual que esa canción de Shakira, Try Everything.
  • En segundo lugar, hay fracaso, pero después de un tiempo, ¡se convierte en éxito! Mi caso es probablemente excepcional; siempre fui un buen estudiante en la escuela secundaria, pero mi último año fue un año de dudas y una especie de lucha interna, así que perdí mi posición. Un colega, a finales de ese año, se me acercó alardeando de que había conseguido un buen número, MI NÚMERO, por eso era mejor que yo. Era una escuela militar y la tradición era que cerrábamos nuestra presencia en la escuela secundaria yendo a un campamento militar, EXCEPTO aquellos que llegaban a los primeros 10 puestos. Es decir, yo iba y mi colega no iba. Sin embargo, mi fracaso cambió, porque las reglas cambiaron; aunque no pude conseguir una posición de acuerdo con las reglas antiguas, bajo las nuevas reglas, ¡obtuve un número entre los 10 primeros! Y ¡¡me quedé tan feliz!! Muchas veces en la vida, la espera convierte el fracaso en éxito, solo espera.
  • Luego, existe la posibilidad de mirar el fracaso con una actitud distinta. Por ejemplo, no era un fracaso, era un aprendizaje... El fracaso suele ser un poderoso motivador para la mejora y hay ciertos valores muy valiosos, como la humildad, que se pueden asimilar de una manera fácil fallando.

En otras palabras, acepta el fracaso y cámbialo en algo que te lleve al éxito.

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