No hay cuidado del ser sin el ser


Cuidamos mucho nuestro cuerpo en términos de salud o estética, pero ¿cuánto cuidamos del alma dentro del cuerpo?

Ese es un enfoque en el que todos tenemos que reflexionar, particularmente cuando existe el miedo a la muerte o algún forcejeo interno espiritual.

Otro enfoque es cuidar la conciencia de ser; ser consciente del alma significa más que una frase religiosa o espiritual: significa estar conectado con quien realmente soy.

Al fusionarse con la intensa rutina diaria, una carrera feroz, una crisis de salud o relaciones poco saludables, es fácil desconectarse de ese ser y reaccionar ante lo que esté sucediendo.

El problema es que algún día estarás viviendo una dulce y fácil rutina, tu carrera habrá terminado, tu salud estará bien nuevamente y estarás OK con tus relaciones; pero si no te cuidas, serás otra cosa, diferente de lo que realmente eres.

Y esa dualidad no es buena para la salud del alma...

Entonces, la mejor manera de cuidar el verdadero ser es:
  • Sigue tu tradición religiosa. El tiempo puede ser un problema, así que encuentra algo de tiempo que puedas dedicar para cuidar de tu propio ser.
  • Meditar o contemplar. Conéctate con tu verdadero ser.
  • Reflexiona profundamente. No dejes que las cosas simplemente pasen; habla de ellas, escribe sobre ellas o simplemente siéntate y piensa en lo que está sucediendo.
  • Cambia tu estilo de vida, de modo que esté alineado con lo que realmente eres.
  • Busque un cambio de perspectiva hablando con diferentes personas o reflexionando de distintas maneras.


Esto es parte de una serie de publicaciones sobre autocuidado.

PD: Si estás interesado en la meditación, me gustaría recomendarte a brahmakumaris.org; ahí es donde medito.

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