Más que un cumpleaños


Más que un cumpleaños, el día 12 de enero me recuerda del compromiso de vivir, algo que no viene de una obligación, sino más bien de una profunda gratitud.
Después de todo, no hay tantas personas que llegan a los 55 años habiendo trabajado en sí mismas por 37 años, o sea, más de dos tercios de mi vida. Si sumáramos, es como si yo hubiese vivido 92 años, de forma plena y fructífera, aprovechando del pozo de sabiduría que encontré en mi camino.
He estado en una universidad especial que me enseñó a no priorizar lo físico, material y obvio; aprendí a darle más importancia a lo invisible, aquello que es sutil y profundo. Así busco implementar estas enseñanzas y vivir cada día, cada minuto y cada paso que doy, sabiendo que siempre habrá éxito aun en los tropiezos.
Y doy muchos pasos, caminando por una ciudad, un país y un planeta que me acogieron. Doy muchos pasos, tantos que me aparté físicamente de la ciudad y país donde nací; aunque no del todo, pues me quedó en forma de marcas en mi corazón, en mi oído tan acostumbrado con ese idioma que es como música y la gente que me impactó, me educó y me hizo progresar, a veces tan suavemente como un colibrí que muestra el camino al viajero, o tan fuertes como el elefante que no te da opciones.

Es por estas y muchas razones que quisiera invitarte ahora a celebrar mi cumpleaños. En primer lugar, quiero un regalo de ti… quiero tus pensamientos y sentimientos positivos, deseo que me perdones por cualquier error que haya cometido y que me regales otras oportunidades.
También quiero darte un regalo… quiero que por un momento pienses sobre tu compromiso de vivir y qué implica esto… quisiera que experimentes la gratitud en tu corazón, aunque en las apariencias no haya mucho que agradecer.

Y te doy la clave para el éxito: busca en tu corazón la inspiración, conversa con tu cabeza sobre esas maravillosas ideas, habla con el alma que eres sobre cambiar tu viaje en la vida y vivir estas ideas. Si está bien para ti, ten un largo diálogo con el Ser Supremo sobre lo que observas.
Desde esta posición y con esta energía, transforma esos pensamientos tan suaves como mariposas en obras tan fuertes y duraderas como templos.


Un abrazo, de corazón…







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