Tragedias diarias, realizaciones de por vida


Hay varias ideas y teorías sobre realizaciones y autorrealizaciones.

To realize es un verbo en inglés que conlleva a la percepción profunda de lo que está pasando, es darse cuenta de algo. Eso es más que simplemente saber o comprender algo, pues toca el ser en lo profundo. Y no hay algo que te dé más realizaciones[1] que las pequeñas tragedias…

Las grandes tragedias requieren de un duelo, un periodo de adaptación y una revisión de la vida, además de planes prácticos sobre qué se debe hacer. Algo parecido pasa con las tragedias que nos ocurren. Afortunadamente, pasan muy pocas en nuestras vidas.

Pero las pequeñas tragedias… La camisa nueva manchada, el celular que se descarga, perder la billetera, hablar mal de alguien y esa persona saber de eso… Esas son abundantes.

Algunos llamarán a eso mala suerte, pero desde la perspectiva de desarrollo personal, es una increíble buena suerte. ¿Sabes por qué? Nos permite realizaciones.

Es difícil a un ser humano realizar algo cuando todo está bien. Aún Buda, quien alcanzó la autorrealización después de haber sido alimentado y estar cómodamente sentado bajo un árbol; el impulso hacia esa realización vino de su penitencia anterior y de lo que lo llevaron a practicar esas penitencias.

Cuando estamos bien, es el momento para disfrutar e invertir, creando lo necesario para el momento de vacas flacas de experiencias positivas. Cuando nos pasan cosas malas, es el momento de tomar de ese recurso intangible acumulado, pero también realizar lo que pasó, aprender, asimilar el aprendizaje, aplicarlo, experimentar los resultados y seguir con la práctica hasta que ese problema se convierta en un logro.

Así es que esta realización sucede: cuando nos reímos de la camisa sucia, nos regocijamos de estar desconectados del mundo por un rato, comprendamos que perdimos algo, pero que podemos recuperarlo, y aprovechemos la gran oportunidad de pedir excusas y cambiar la opinión que se tiene sobre el@ otr@.

[1] Un anglicismo que muchos detestan, pero no hay realmente un remplazo. Se traduce como darse cuenta.

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