Ya casi termina el año... ¿Qué hice?

¿Recuerdas cuando llegaba el final del año pasado? ¿Aún recuerdas tus proposiciones para el año nuevo? Bueno, ya nos acercamos al final de este que fue en su momento el año nuevo… La pregunta sencilla que te debes hacer es: ¿qué hice?

Es hora de sentarse en algún rincón y ponerse a reflexionar de forma profunda. Como una oportunidad dorada, todos los años empiezan, pasan y se terminan, generando un ciclo de renovación para el ser humano.

Si no hubiese esos ciclos, la vida humana sería continua y parecería como una montaña rusa o una inmensa caída… El ciclo anual nos da nuevas esperanzas de cambios necesarios e innovaciones en el propio ser, revitalizando la vida y alentándonos a dar un salto sobre los problemas del momento, volviéndonos victoriosos sobre las circunstancias.

Pero, muchas veces toda esa energía se pierde en sueños que nunca son concretados. Bien, ahora es hora de revisar y realizar lo que un día estuvo presente solamente en tu mente, antes que el año se termine.


De esta manera, cuando llegue nuevamente el final de un ciclo, podrás mirarte con aprecio y eso te dará la autoconfianza que necesitas para nuevas promesas para el año nuevo del nuevo ciclo que se acerca…

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