El gobierno del propio ser

Quiero empezar este post con algo que puede sonar utópico, pero vamos...

Admiro mucho a Gandhi, quien luchó por algo en concreto: el swaraj de India, o sea, el autosoberanía de ese inmenso país. Dominados por los ingleses, India se vio de ser un conjunto de reinos prósperos a una colonia más en ese imperio "donde el sol nunca se pone".

¿Lo logró? En realidad, el concepto del autosoberanía, adaptado a la realidad moderna, es muy profundo y aún India no ha logrado, pero puedo afirmar que va hacia eso. Gandhi dio los primeros pasos, pero el país se va desarrollando en este sentido.

¿Qué es la autosoberanía? Es una situación donde un pedazo de tierra es controlado totalmente por la gente que ahí vive y que cumple con estos principios básicos:

  • El pueblo define sus propias leyes. Esta es la primera señal de autosoberanía, cuando las personas que ahí viven definen cómo quieren vivir, qué se puede y qué no se puede. Sin embargo, si esas leyes son creadas por una mayoría o minoría, naturalmente se pueden excluir otros grupos de personas que igual viven y aportan en este lugar. Por eso los demás conceptos son fundamentales.
  • El país controla su producción y economía, generando bienestar a su población. Este equilibrio debe ser alcanzado, cuando no solo se produce, comercializa, importa y exporta, sino las personas están bien. Después de todo, vivimos en un mundo donde fácilmente para ganar más dinero destruimos nuestros ríos y bosques, lo que iría en contra de este principio
  • Todo ciudadano es respetado en sus derechos y cumple con sus deberes. Ningún país es autosoberano mientras haya discriminación, pues no es natural. Cuando todos los que son ciudadanos sienten que sus derechos son respetados, el país puede sentir que se gobierna todavía. La discriminación lo que hace es una nueva forma de colonización, la "intracolonización". Por otro lado, tampoco es soberano el país donde su pueblo evade impuestos o no cumple con las leyes. Hay algo que no funciona en la percepción de las personas sobre su patria...
  • La riqueza del país es su gente. Hay una buena distribución de riquezas. No significa que todos tengan lo mismo, pero hay justicia en la redistribución. Los ricos sienten que es un país de oportunidades, donan y contribuyen, pues así los demás pueden vivir mejor. La clase media siente que va mejorando, generación tras generación, su nivel de vida y siente orgullo de vivir ahí. Los pobres saben que hay oportunidades, tienen los recursos básicos necesarios para su vida y reciben la ayuda que les llega no como una caridad, sino como un "préstamo social", donde un día, devolverán lo que recibieron, aunque sea en otra generación.
  • En el escenario internacional, sirve de modelo y ejemplo para las demás naciones. Imponerse a otros países es igual que dejar que otros países se impongan. Un país realmente soberano no impondrá, pero servirá de ejemplo, dará sugerencias e ideas creativas para ayudar a otras naciones. El nacionalismo será una forma de estímulo y motivación, que facilitará ver lo mejor de otros países y asimilarlo, así como ayudar a las naciones que tienen problemas de forma positiva e íntegra. Jamás el nacionalismo se convertirá en otra forma de discriminación.


¿Utopía? No creo... Lo que escribo he visto en la historia humana, no completamente y no de forma perfecta, pero al menos algo, lo que significa que existe en la esencia de ser humano. Naciones no son grandes tribus, sino colectivos dinámicos de energía humana que deben ser administrados por las personas que viven en este lugar.

Ahora, imagina traducir este concepto a una persona... Después de todo, somos como países, naciones con características propias y únicas. Tenemos que producir, vivir, un "pueblo", etc. Sí, tenemos todo eso, aunque no lo reconocemos...

  • Mi vida es vivida en disciplina. Todo mi "pueblo", es decir, mis órganos físicos y sutiles (mis capacidades de pensar y decidir, mi consciencia, etc.), actúan con disciplina, sin represión. No hay discriminación, ni trabajo demasiado duro con ellos. Los respeto y experimento una conexión bonita con el cuerpo que tengo. Lo mismo pasa con mis talentos, mi personalidad y todo lo que me ayuda a expresar quien soy yo.
  • Todo lo que hago me da bienestar. Mi trabajo, familia, amigos y todo en lo que vivo es dentro de un ideal de bienestar constante. Si en algún momento pierdo esa sensación, trabajo para recuperarla; no abandono mis responsabilidades, pero busco otra consciencia o actitud para manejar el tema en que vivo. Bienestar es algo que no negocio.
  • Reconozco mis derechos y deberes, son sagrados para mí. Todo lo que debo recibir por derecho de ser humano, lo recibo; si me falta algo, trabajo para lograrlo o dialogo con alguien que me ayude a comprender como hacerlo. Mis responsabilidades son únicas, no me niego a cumplirlas, pero las realizo con levedad interior y una actitud positiva.
  • Mi riqueza viene de mi potencial. Lo externo es una expresión, pero la fuente principal de todo lo que genero viene de lo profundo de mi ser, así que busco ir hacia dentro de mí, donde están las minas de los tesoros personales que albergo en mi ser. Esta riqueza, la reinvierto en el mundo, generando equilibrio en mi entorno y abundancia en los demás.
  • En mis relaciones con los otros, soy un ejemplo. Mi liderazgo no es de imposición, logro lo que es necesario a través del diálogo y de la enseñanza a través de ser un modelo. Los que son mejores que yo me sirven como un paradigma a seguir; los que están mal en algo en el que estoy bien son una oportunidad para que yo devuelva algo a la vida, el tesoro que ella me entregó.

Eres el rey de tu propio ser

Y entonces, ¿eres soberano de tu propio ser?

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