En una carrera de obstáculos


Nunca fui muy bueno con los deportes. Debido al asma, mi vida se volteó más hacia libros, películas y televisión. Los únicos deportes que desempeñé fueron la natación (de forma regular), judo (bien regular) y baloncesto (casi nada).

Pero, me fascinaban las carreras. Siempre me imaginé corriendo y ganando competencias y premios de algún tipo. Y de las carreras, eran las de obstáculos que más llamaban mi atención.

No es solo técnica, ni fuerza o velocidad. Es algo tridimensional, que exige concentración, una superdisciplina y sostener el objetivo claramente en la actitud.

Y si pasamos este ejemplo a la vida, lo que veremos es que la esta es una carrera de obstáculos, en las que a veces caemos y tenemos que empezar de nuevo. Pero, hay algo más profundo en ello...

  • Preparación. Ningún deporte puede ser ejecutado con perfección sin preparación. La preparación consiste en pequeños obstáculos que surgen en el día a día para probar nuestra capacidad de enfrentar los grandes retos futuros.
  • Entrenadores. Nuestros entrenadores son muchos: amigos, parientes, situaciones, personas extrañas con las que cruzamos. Ellos nos ayudan a fortalecernos, ser más rápidos y más metódicos en nuestro ejercicio de vida. Dios también puede ser un buen entrenador, o una persona que te guíe en un rumbo espiritual. El objetivo del entrenador es ayudarte, a veces contra tu propia voluntad, a superar lo que suceda a través de conocimiento o experiencia.
  • Técnica. Con el tiempo, vamos desarrollando técnicas para superar los obstáculos de la vida, pero muchas veces no son efectivas, como por ejemplo EVADIR. Es necesario verificar con el entrenador personal - que incluso puede incluir a Dios o algún guía espiritual - para que, desde un punto de vista desapegado y amoroso, pueda darte indicaciones de como mejorar la técnica, o incluso cambiarla y remplazarla; por ejemplo, de EVADIR a CONTEMPLAR.
  • Velocidad. Nadie gana una carrera de obstáculos solo con velocidad, ya que debe haber también equilibrio y ritmo en esta velocidad. Si no hay un buen equilibrio, no podrás vencer lo que surja, pues recuerda que la carrera de obstáculos en la vida es la más larga del mundo.
  • Actitud. No solo de actitud positiva vive un corredor. Es necesario una actitud más poderosa, donde miras el obstáculo como algo que puedes superar, pero que te va a enseñar alguna cosa. La victoria solo existe cuando hay algo de batalla.
  • Consciencia. En la vida, los obstáculos varían de tamaño, pero hay un truco sencillo para enfrentar esto. Al cambiar la propia consciencia, tú puedes crecer y, en tal caso, el obstáculo automáticamente disminuye. La consciencia de grandeza personal, de valentía y de autoestima ayuda a obtener una victoria segura.


¡En sus marcas...!

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