La Navidad invertida

El árbol invertido,
Santa María de las Flores, La Ceja

Todos los años, trato de sentarme y escribir algo sobre la navidad.

Desde niño, me llama la atención no tanto la época o la fecha, sino la importancia que todos dan a este periodo de tiempo. Algunos se quedan ansiosos por regalos que están por venir, mientras que otros están esperando las vacaciones; de los últimos, algunos quieren quedarse con familiares, otros con amigos y otros solos.

Pero es difícil encontrar en los países del occidente del planeta, alguien que esté inmune al espíritu navideño y su encanto.

En Colombia, a cada año parece que la época navideña empieza más temprano - hoy en día, desde octubre ya empiezas a ver luces y promociones por el país, especialmente en las grandes ciudades. Y la grandeza de esta época empieza a tomar cuenta de todos.

Bueno, no de todos realmente.

Incluyendo a Colombia en el mundo, encontraremos millones de seres humanos para quienes la navidad no es nada. Su religión y cultura no es cristiana, así que lo máximo que puede suceder es que para la navidad su trabajo aumenta considerablemente por las fábricas que hacer lo que nosotros, que valoramos navidad, estaremos usando, disfrutando y probablemente destruyendo. En vez de buscar por vacaciones, son personas que saben que trabajarán dos o tres veces más, muchas veces lo suficiente para el año siguiente que viene. Es probable que su cena de navidad será un pedazo de pan, mientras terminan algo importante para alguien en alguna parte del mundo - no su mundo, otro mundo, casi otro planeta.

Otra parte de la población, que gira alrededor de mil millones, se dedica al turismo y la navidad es sin duda una fuente única de ingreso. Es probable que ellos mismos quisieran celebrarla, pero lo máximo que harán es esconderse detrás de alguna pared y llamar a sus hijos, parejas, padres o amigos, para desearles feliz navidad, antes que su supervisor los haga volver al trabajo, al tan importante trabajo de dar una navidad buena a otras.

¿Y los servicios? ¿Puedes tú concebir una ciudad enorme sin alguien cuidando de la luz, agua, internet, gas, calefacción, etc.? ¿O que no puedas hacer una llamada este día porque todos se fueron de vacaciones? Sí, habrá miles de personas cuidando de aquellos que celebrarán la navidad.

Entonces, hay los que no pueden pagar por un regalo o una cena. Hay los que están enfermos y tendrán que pasar la navidad atados a una cama en algún hospital. O simplemente aquellos cuyas semillas de relaciones no fueron bien sembradas y se ven solos en una época en que todos quieren estar con alguien. Para algunos de ellos, su navidad será en lágrimas, o mirando una película y tratando de sentirse felices. Para unos pocos, será algo normal, porque ya se acostumbraron. Unos muy poquitos no se molestarán, porque genuinamente ya no creen en navidad.

¿Y los que estén viajando en la noche del 24? Sí, hay muchos que viajan en esa noche y disfrutan la navidad entre desconocidos que, muchas veces, se convierten en sus amigos por unos instantes.

Y hay aquellos cuya navidad se realiza en su corazón. Recuerdo un amigo con quien trabajé en Chile que una vez me brindó un chocolate. Le pregunté la razón del regalo y dijo que simplemente lo quiso dar.

Si invertimos la navidad, si ponemos al revés las fiestas y los regalos, la comida y el disfrute, la compañía y la religiosidad del momento, llegaremos en verdad a su esencia. Es como en la foto que tomé de un genial árbol de navidad invertido, cuya semilla no está arriba, sino abajo. No está en la expansión de los regalos, comidas y la búsqueda incesante de compañía, sino en entrar en lo profundo de su propio ser y encontrar ahí el espíritu real de navidad.

Y, bueno, ¿cuál es ese espíritu real de navidad? Es ser un Papá Noel para el otro, es aprender a dar más que esperar que le den, es ser alegre de una forma tan leve e inocente como un niño.

Si hacemos eso, entonces entenderemos que la navidad puede ser pasada en un avión, en soledad y que no depende de tu presupuesto financiero. La puedes pasar mientras cuidando de otras personas, incluso si ni siquiera crees en la navidad.

Porque la navidad está dentro de ti, en tu mente y corazón.

Así que si te encajas en los que van a disfrutar de la navidad, o si eres parte de los que no la apreciarán, igualmente arma el árbol de navidad en tu propio ser.

¡Feliz Navidad!


P.S.1 Como creo que este es mi último blog del año, aprovecho para desearte un feliz año 2011.
P.S.2 Hoy, 17, viajo a Pereira y es mi último viaje del año; el restante del tiempo lo pasaré en Bogotá.

Comentarios

Anónimo dijo…
OM SHANTI QUERIDO HERMANO
Hermosa reflexión sobre lo que significa la navidad, la actitud de un niño inocente nos brinda la posiblidad de disfrutar en la mejor época del año.
Desde el fondo del corazón Baba y esta alma deseamos prosperidad y abundancia de buenos sentimientos para que realices la transformación diaria en tu ser. Gracias por el mensaje, las realizaciones mas poderosas para ti querido hermano.
Ana C.

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