El mejor esfuerzo para relacionarse bien es…


Es muy fácil hoy en día desechar a una persona que está en tu vida. Después de todo, la persona seguirá y tú también, ¿correcto?

No es bien así. Las relaciones son supremamente importantes pues sirven de estímulo y catalizador a varios procesos humanos. Tomemos, por ejemplo, la paciencia: ¿cómo la desarrollarás sin que alguien o algo te haga impaciente? No es posible… La paciencia no aparece sola, hay que trabajar en ella para que venga y necesitas retos para ello. Y, cuéntame, ¿a quién no le gusta una persona que sea paciente, especialmente con uno?

Toda relación te entrega algo que si bien es invisible, se ve en la realidad diaria. Así que antes de quitar a alguien de tu vida porque la relación no funcionó, es mejor tratar de recuperarla.

El esfuerzo principal está inmerso en una frase, muy utilizada a la hora de tomar privilegios: Yo primero. ¿Cómo aplicarla?
  • ¿Esta persona no me habla? Yo le hablaré, sino personalmente por algún medio.
  • ¡Ah, esté aquí no va a cambiar nunca! Yo cambiaré para facilitar la convivencia con la otra persona.
  • ¿Por qué me hablas así? Yo me entrenaré de tal forma que lo negativo que me hable no me afecte.


O sea, es dar la otra mejilla y después, volver a presentar la mejilla anterior y ¿así seguir viviendo? Realmente, no… Cuando haces este esfuerzo anterior, verás algo especial que sucederá:
  • ¿Esta persona no me habla? Yo le hablaré, sino personalmente por algún medio. Le hablaré de lo profundo de mí, aprovechando para desarrollarme mejor y crecer como ser humano. Mi autoestima la mantendré en el nivel más alto.
  • ¡Ah, esté aquí no va a cambiar nunca! Yo cambiaré para facilitar la convivencia con la otra persona. Me doy cuenta que puedo cambiar, porque soy afortunad@ debido a mi consciencia y tengo tesoros interminables internamente, por lo tanto puedo ser flexible con esta persona y darle muchas y muchas oportunidades. Después de todo, reconozco que la vida y muchas personas me han dado tantas oportunidades…
  • ¿Por qué me hablas así? Yo me entrenaré de tal forma que lo negativo que me hable no me afecte. Mi autoestima no se afecta por lo que me dicen o dan, solo por lo que yo expreso o recibo. Así que elijo solo recibir lo mejor de otras personas y expresar emociones constructivas.


Si te das cuenta, una mala relación se puede convertir en un verdadero curso de superación personal…


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