Manejo de la Ira

¿Cuándo fue la última vez que te enojaste? ¿Ayer? ¿Hace un año? Tal vez, hoy en la mañana al ver que tu camisa favorita no estaba planchada o bien cuando notaste que el vecino destruyó lo que tú hiciste en el parque...

Hay la ira que provoca la guerra o el asesinato; hay la "ira justa", donde personas matan a alguien que mató a alguien; hay la "ira religiosa", donde la gente defiende su religión o ataca a otra... Además, la ira tiene varios hijos como la irritación.

Entonces, ¿cuándo fue la última vez que te enojaste?

Un amigo mío dice que un porcentaje muy pequeño de la población humana ha matado a alguien, pero en la cabeza de las personas o mirando cuánto se invierte en películas, juegos, libros y telenovelas donde el asesinato de alguien es aplaudido, la situación es otra. Y el asesinato en la mente, o la aprobación de muerte en una novela se plasma en ciertos comportamientos humanos que terminan destruyendo la sociedad, como la irritación a una pregunta de su hijo o el rechazo al diálogo con la pareja.

La ira debemos entender está en cada uno de nosotros. Todos los seres humanos tenemos esta cualidad negativa y la experimentamos en mayor o menor extensión en algún momento de nuestra existencia. Eliminar la ira completamente es una tarea en que muchos (como yo) están empeñados, pero no con un resultado de 100%, que es ser un ángel y por lo tanto, dejar este mundo material.

La situación actual sin embargo es tal que la ira se confundió con acciones efectivas y nos olvidamos que todo lo que sembramos tendremos que cosechar: si logramos realmente algo porque mostramos ira y los demás tuvieron miedo, un día, esta semilla de la ira dará frutos y será nuestro turno tener miedo ante la ira de otros...

Podemos aprender a manejarla de forma que ya no interfiera con nuestra vida en sí y permita una sociedad más avanzada también. Aquí van unos trucos que pueden ser útiles:

  • Cuando alguien te cause un daño, no responda inmediatamente a la persona. Busque alguien con quien conversar, desahógate y piensa en tus próximas acciones para resolver la situación.
  • Gran parte de la ira surge de la imaginación. Pensamos que alguien está molesto o suponemos que tal persona hizo o realizó algo negativo. Una sugerencia es que cuando surja un pensamiento o emoción así, verifiquemos de forma desapasionada si realmente la circunstancia es real. Utilicemos el viejo proverbio usado por la justicia en muchos lugares del mundo: Todos son inocentes hasta que se pruebe lo contrario. Aquí te invito a que te detengas y mira este video...
  • La ira viene cuando nos sentimos molestos internamente y tratamos de sacar eso, sin saberlo hacer. La contemplación ayuda - mirar un cuadro bonito o la naturaleza, o niños jugando puede ser extremadamente sanador.
  • Prevenir es mejor que remediar, pues la ira es como un fuego y si hay un incendio, aunque lo apagues muy bien perderás mucho. La mejor prevención es meditar todos los días y experimentar la paz interior que todos tenemos. En las situaciones negativas, recuerda esta experiencia de paz, siéntela en tu ser y deja que ella tome cuenta de la realidad exterior.


Te deseo una vida donde la ira realmente ya no te cause daños. Ni a ti, ni a nadie.

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