Nunca olvidar… u ¿olvidar para siempre?

Durante la vida pasamos por muchas experiencias. Algunas se graban profundamente en el alma y recordamos sus imágenes, sonidos y sensaciones; también están presentes en nuestros hábitos, estilo de vida, nuestra forma de pensar y cómo nos comunicamos con los demás.

Otras experiencias, olvidamos tanto que es como si nunca las hubiéramos tenido: aquella comida maravillosa, esta persona que está hablando, excompañeros de trabajo...

Eso no tiene nada de malo, ya que es normal, pero el problema es cuando recordamos lo que deberíamos haber olvidado y nos olvidamos de lo que deberíamos haber recordado. ¿Qué hacer al respecto?

Centrémonos en las cosas que olvidamos...

En primer lugar, no deberíamos sentirnos mal si nos hemos olvidado de algo*; siempre hay una razón para eso. Quizás esa escena ya no sea relevante en mi vida o al menos no en este momento; quizás, realmente no vi ningún beneficio en ello. Si alguien es cercano a mí, a nosotros, aceptará ese olvido como algo normal y si es necesario, nos lo recordará con gentileza.

Ahora, si se olvidó algo que era realmente importante, un consejo sencillo es hacerlo relevante nuevamente. Por ejemplo, yo solía escribir poesía en mi juventud, pero todo eso fue olvidado; luego, para un trabajo voluntario, tuve el desafío de recordarle a la gente algún deber y la poesía, de una manera bienhumorada, se ha utilizado para hacer eso: la persona se ríe de lo que le mando, le gusta y ¡hace lo que se supone que debía hacer!

Por último, hay algo que podemos controlar: lo que estamos viviendo en este momento. Para recordar u olvidar algo, hay tres preguntas que podemos hacernos:

  • ¿Qué estoy aprendiendo?
  • ¿Cuál es la experiencia que estoy viviendo aquí que quiero atesorar?
  • ¿Cuáles de las experiencias por las que estoy pasando compartiré con los demás?

Esto ayudará a mantener algo en la memoria, pero también a liberar aquellas cosas que no son útiles o significativas.

Por supuesto, tenemos que hacer algo para mantener el recuerdo: tomar fotos, escribir algo, filmar las escenas… Pero el trabajo más importante se ha hecho ya que esa escena de nuestra vida se ha convertido en algo más que una nube pasajera, volviéndose en una importante parte de nuestra vida, algo que siempre recordaremos...



* A veces, los problemas de memoria pueden deberse a razones físicas. Si olvida las cosas en un patrón determinado, es bueno consultar con un médico.

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