Cuando es mejor no cambiar...
Hay varias razones para cambiar y creo que eres una persona a la que le gusta, o al menos QUIERE cambiar, ¿verdad?
Pero hay
algunas razones para NO cambiar, a pesar de que las situaciones te están presionando
para hacerlo.
La primera es
cuando estás tratando de adaptarte a la forma de vida de otra persona. Por
supuesto, si eres pareja o vives con otra persona, entonces ambos tendrán que
adaptarse, pero muchas veces, hay una expectativa unidireccional, y eso no está
bien. Crea un diálogo con la otra persona y verifica cómo ambos pueden
adaptarse mutuamente, o alternativas.
La segunda
razón es cuando los cambios que se esperan de ti no te beneficiarán. Hay casos
en que beneficiarán a otros; comprueba cómo hacerlos de tal manera que no
sientas una pérdida. Pero, en general, si algo no es beneficioso para ti, no lo
hagas. Habla con los demás y mira cómo puedes acomodarte, sin perder lo que es
precioso en ti.
Tercero,
cuando los cambios que se esperan de ti no beneficiarán a otros, similar a la
segunda razón. Hay casos en que beneficiarán a ti; verifica cómo hacerlo de tal
manera que otros no sientan una pérdida. Pero, en general, si algo no es
beneficioso para los demás, evita hacerlo. Habla con otros y mira cómo ambas
partes pueden acomodarse, sin perder lo que es precioso para ellos.
Ahora, si no
estás completamente convencido de un cambio, reflexiona sobre él. Tal vez sea
el método que no te gusta o el posible resultado; al reflexionar y darse
cuenta, es posible que puedas cambiar o puedes llegar a la conclusión de que no
seguirás este cambio en particular.
Un último
consejo: tú eres tu propi@ líder. No reacciones, no cambies porque las
situaciones cambian y no trates de hacer que otros cambien. Reflexiona, medita
y comprende antes de promover un cambio en ti mism@.
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