Autotransformación, el gran reto espiritual
Hoy
recuerdo a Prajapita Brahma.
Todos tenemos
algún héroe. Todos tenemos un modelo o ejemplo en nuestras vidas. Todos tenemos
a alguien que de alguna forma u otra nos indica un camino a seguir.
Brahma es
mi modelo personal. No lo conocí en vida, pero además de leer mucho sobre él, vi
su obra y he conocido el efecto que creó en
muchas otras personas. La razón es
que en un camino como el de la espiritualidad, todos tenemos este gran objetivo
que es el de transformarnos completamente.
Por ejemplo,
el vidrio es arena transformada. Transformación o metamorfosis es mucho más que
cambio, pues se puede siempre descambiar.
No se puede “destransformar”; aunque
rompas un vidrio en miles de pedazos, no volverá a ser arena…
Cuando alguien
ingresa en un camino espiritual, quiere llegar a este punto de no-retorno, a
este momento donde el ser cambia en tal medida que el cambio pasa a ser su
naturaleza de forma irreversible.
A través de
un conocimiento espiritual pionero que estudió hasta el último día de su vida,
al conectarse con Dios en todos momentos posibles y sacrificar su tiempo
personal para experimentar esa relación, con cambios en su comportamiento y
forma de ser, y principalmente al servir a muchas otras personas, Brahma mostró
un interesante sendero a partir de su propio ejemplo.
Hoy es un
día de silencio para no solamente recordar a Prajapita Brahma, sino dar un paso
más hacia ese gran objetivo del autotransformación.
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