¿Cielo o infierno? Todo comienza en tu mente
OK, imaginemos este escenario:
Te levantaste muy tarde.
Olvidaste planchar tu ropa, así que tienes que conseguir una vieja.
Estás a punto de salir de casa, cuando recuerdas que ¡hoy es un día muy importante!
Te regresas y cuando planchas la camisa, se quema un poco.
Te quemas el dedo cuando te quejas de la quemadura en la camisa.
Probablemente también hayas quemado ¡la alfombra!
Ahora es DEMASIADO TARDE.
Sales a buscar un taxi; ¡sin suerte!
Intentas tu app favorita para un carro, ¡pero vuelves a no tener suerte!
Tienes que subirte a un transporte de alguna manera, cuando un carro se te acerca y salpica tu camisa recién planchada y quemada con agua de la calle...
Bueno, probablemente estés ansios@ con solo leer esto...
Esto es como vivir en el infierno, o en un
momento bastante infernal.
Estas son las pequeñas tragedias por las que solemos
pasar, cosas que realmente no son catastróficas, pero que pueden dar algún
dolor de cabeza o incluso un problema cardíaco.
Ahora bien, ¿qué pasa si hay un cambio de percepción? En
lugar de vivir en el infierno, estarás viviendo en el cielo...
Te levantaste muy tarde. Lo primero que haces es meditar y expresar tu gratitud.
Olvidaste planchar tu ropa, así que tienes que conseguir una vieja. Ese fue el primer pensamiento; de hecho, eres tan capaz y estás tan llen@ de energía, que vas y la planchas ahora mismo; y aquí la narrativa cambia...
Estás a punto de salir de casa, cuando recuerdas que ¡hoy es un día muy importante! De nuevo, meditas antes de irte y te sientes más que agradecid@.
Te regresas y cuando planchas la camisa, se quema un poco. Bueno, ya la has planchado, sin accidentes, ya estás de camino al trabajo.
Te quemas el dedo cuando te quejas de la quemadura en la camisa. ¡Eso no sucede! Ya casi llegas...
Probablemente también hayas quemado ¡la alfombra! Estás observando a los demás mientras vas a trabajar, te sientes tan bien.
Ahora es DEMASIADO TARDE. Vas a llegar a tiempo, eso es genial.
Sales a buscar un taxi, ¡sin suerte! Ahorraste dinero con un taxi...
Intentas tu app favorita para un carro, ¡pero vuelves a no tener suerte! También ahorraste dinero con esa app de viaje...
Tienes que subirte a un transporte de alguna manera, cuando un carro se te acerca y salpica tu camisa recién planchada y quemada con agua de la calle... Llegas san@ y salv@, y a tiempo.
Como puedes ver, cambiando tu percepción, agradeciendo y
siendo una persona reflexiva en lugar de reactiva, eres capaz de cambiar la
narrativa de tu vida.
Y las pequeñas tragedias se convierten en pequeños momentos
de asombro.
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