Empoderándose a partir del lenguaje

El empoderamiento o su ausencia está presente en algo que está a la vista, pero es incógnito al mismo tiempo: el lenguaje.

Nadie me ayuda.

Yo hice eso porque me tocó hacerlo.

No sé nada, no me dijeron nada y no haré nada para mejorar eso.

Empoderamiento significa que yo tengo el poder, es decir, tengo la capacidad para superar las situaciones que estoy viviendo a partir de asumir positivamente la responsabilidad y capacitarme para cumplir con ella.

En estas frases oímos una sensación de impotencia y falta de claridad. ¿Será que al solo cambiar el lenguaje, ya te empoderarías?

Muchas personas creen que sí y aunque no lo sea, miren como es distinto hablar…

Necesito separar un tiempo para reflexionar sobre cómo motivar a otros a que cooperen.

Acepté hacer algo porque es mi responsabilidad y honor.

Sé lo que tengo que saber y me capacitaré para poder aprender más.

Aunque estas frases implican básicamente lo mismo que en los ejemplos anteriores, hay un sentido de que yo sí puedo y que no está en las manos del destino cambiar esa realidad. Está en mis manos…

¿Cómo hacer el cambio? No es tan sencillo, particularmente porque en algunas culturas, la forma desempoderada del lenguaje ya es parte del cotidiano. Pero tú puedes verificar tu forma de expresarte, enfocándote siempre en la solución y en el autoliderazgo, en vez de culpar a otros o, peor, evadir responsabilidades. Después de verificar, cambia de forma consciente hasta que en algún momento, la forma empoderada del lenguaje sea natural para ti.

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