Soluciones espirituales para problemas no espirituales
Hace muchos años estuve involucrado en un proyecto para
comprar una casa. La organización es tal que todo el trabajo es realizado por
voluntarios y ¡no cobra nada! ¿Cómo conseguir entonces el dinero para comprar
una casa?
La respuesta: mucha
inspiración, compromiso y un profundo sentido de pertenencia. Por fin
conseguimos la casa, fue mágico y hay muchas historias, una de ellas está
relacionada con el hecho de que nada más cerrar el negocio, empezamos a
remodelarla ya que la casa estaba en muy mal estado. Creo que el costo fue el mismo
que comprarla.
No estoy seguro de cómo pudimos avanzar, pero hubo un
momento en que la persona a cargo de las finanzas me dijo que no había dinero y
que deberíamos detener la construcción. El arquitecto insistió conmigo en que
podían retrasar la construcción solo unos días.
Un día... dos días... ¡y nada! Pero mientras tanto, yo trabajaba
en un nivel diferente, más espiritual y más hacia adentro que hacia afuera. En
cierto modo, fue un momento maravilloso para practicar la meditación y la
reflexión, y aunque había estrés, sentía magia en el aire...
Ese segundo día, tuve el toque de llamar a alguien; solía
venir y yo quería invitarlo a conocer la nueva casa, y vino – lo que en sí
mismo ya fue mágico, ya que llevaba mucho tiempo desconectado. Mi intención era
clara: él era un hombre de negocios por lo que probablemente conocía a otros
empresarios y podía hablar con ellos, y tal vez podríamos conseguir material
más barato (nuestro principal problema en términos de presupuesto). Pero
después de mi venta, él solo me miró
y dijo: Solo dame tu cuenta bancaria.
Ahora, he visto a muchas personas tratando de resolver
problemas físicos - un divorcio, una enfermedad, dificultades económicas -
meditando o haciendo alguna práctica espiritual/religiosa. Y yo soy una de esas
personas que cree que esto funciona muy bien, pero no siempre y no sin hacer nada.
La espiritualidad y el pragmatismo son más efectivos si
están equilibrados... Una sabia profesora de yoga me dijo una vez: haz tu máximo esfuerzo y Dios te ayudará con
el resto.
Pruébalo: toma un problema o una situación y mientras haces todo lo que pueda, medita, contempla o hagas lo que sea necesario para tu autoempoderamiento y calma. Estoy seguro de que encontrarás una solución.
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