Persistir, un camino hacia el éxito

El éxito parece que no llega… Ya probaste de todo, ya diste todo lo que tenías y aun así, ¡nada!

¿Qué hacer?

La primera opción es desistir o resignarse al destino, arreglar la vida tal como está y olvidar que se puede ser exitoso. Suena duro, pero es la opción del a vasta mayoría que en un cierto momento de sus existencias decide archivar de forma definitiva (o borrar) sus sueños y contentarse con lo que les tocó. Para esas personas, el éxito pasa a ser un milagro por venir…

Hay aquellos que son luchadores, quienes pelean y discuten constantemente en su camino hacia el triunfo. Si una puerta se cierra para ellos, simplemente la tratan de derrumbar; si no logran, se enojan y siguen luchando. Es una segunda opción con gran número de seguidores quienes se caracterizan por una vida de lucha incesante. Para esas personas, el éxito es fruto de muchos sacrificios.

Hay un tercer grupo de personas quienes igualmente persiguen el éxito, pero no se encajan en la idea de desistir o luchar. Son personas que trabajan en el éxito de forma persistente, pacientemente y con metodología, probando varias maneras y actuando de varias formas. Normalmente, trabajan con la consciencia y consideran que la acción es consecuencia, siendo la razón principal por detrás el hecho de que no quiere el éxito del último modelo de carro, sino un éxito integral, que abarque sino la vida como un todo, al menos gran parte.

Si no logras el éxito que anhelas y te gustaría experimentar la tercera opción…
  • Dedícate a comprender bien lo que quieres en la vida, no en un sector de ésta, sino la existencia como un todo.
  • Establece metas y objetivos que sean tan retadores como posibles, según tu potencial.
  • Planea tu desarrollo personal de forma a activar tu potencial.
  • Empieza. No postergues, por más tentador que parezca.
  • Siempre que el éxito no esté llegando, revisa si lo que hiciste está bien y, si hay alguna corrección, procede. Si no, espera

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