Déjame escuchar…
Oír es común; es
una función biológica que aunque muchos no la tienen, no exige tanta energía.
Escuchar no es común,
pues se trata de una función anímica y cualquiera la puede tener. En realidad,
un británico con quien viajé hace muchos años fue una de las personas que mejor
escuchaba; detalle, era sordo y mudo.
¿Cuál es la diferencia entre los dos? Cuando oímos, podemos
olvidar o incluso malinterpretar los sonidos.
Cuando escuchamos, atención e intención trabajan juntas, de
forma que lo que entre en el ser, no sean simplemente sonidos.
- Comprendes mejor la intención de la otra persona.
- Pasas a entender su forma de ver el mundo.
- Empiezas un proceso que puede llevar fácilmente a una creación colectiva.
- Estás utilizando varios talentos personales que te permiten aprender más.
- Encuentras fabulosas oportunidades para que con tus talentos, ayudes el@ otr@ mejorar.
- Das una oportunidad al@ otr@ de expresarse libremente, sin prejuicios o juicios.
- Das una oportunidad para ti de expresarte mejor, pues sabrás cómo tu mundo se encuentra con el mundo del@ otr@ y desde ahí, entablarás un diálogo.
Vamos, date esta oportunidad y escucha…
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