Reconciliando lo que SOY con lo que ESTOY
La sabiduría de nuestro idioma está presente en la
separación de estos dos verbos que, en la mayoría de lenguas, son uno solo.
Mientras SER se refiere al estado permanente, ESTAR
corresponde al momento o situación personal.
La espiritualidad tradicional suele enfocarse en el SER,
mientras el materialismo en general está comprometido con que la persona ESTÉ
bien. Sin embargo, la cosa no es tan sencilla como parece.
En mi experiencia, si alguien no ESTÁ bien, si sus emociones
son negativas y las sensaciones que experimentas son desalentadoras, es muy difícil
conectarse con el SER. A muchas personas que meditan, al ver su estado de
estrés, normalmente les recomiendo algo físico y relajador antes de la
experiencia espiritual.
Como consultor y coach, también veo que si alguien no está
conectado con su SER, es duro manejar los retos modernos de competitividad. Las
exigencias aumentan, los logros disminuyen, o parecen disminuir, y no importa
qué posición la persona tenga, el índice de insatisfacción es grande.
Una experiencia humana valiosa es cuando unimos los dos
verbos y vivimos una vida más llena de esencia.
Es fundamental que experimentes quien ERES realmente, esa
energía espiritual indescriptible que brilla detrás de las muchas capas de
identidad. Al conectarte con el SER, te empoderas y puedes manejar mejor la
posición en que ESTÁS. A su vez, al organizar mejor tu estado actual – el cargo
que ocupas, la carrea, tu familia, amigos, etc. – podrás conectarte más
fácilmente con quien realmente ERES.
Medita y actúa. Medita mucho y más profundamente; actúa con
más determinación y claridad.
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