Diálogo, discusión o conversación
En términos de comunicación, nuestra sociedad ha evolucionado mucho del punto de vista tecnológico y consecuentemente, formas de mantenerse comunicado. Así, puedes estar comunicado literalmente 24 horas por día con tus seres queridos o, si lo deseas, con tu trabajo...
Pero hay dos dimensiones en las cuales seguimos haciendo esfuerzos. La primera trataremos en este post y la segunda será tema del post siguiente.
Cuando nos encontramos con otras personas, maravillas pueden suceder. Gran parte del éxito científico, teológico y social ha surgido de reuniones, incluso virtuales, de seres humanos, muchas veces con personalidades distintas pero similares ideas, intenciones o deseos.
Lo que pasa cuando nos reunimos depende de la calidad de nuestra conversación... Podríamos decir que la calidad básica es exactamente esa: una conversación. Es una charla entre personas distintas que satisface en primer lugar las necesidades individuales emotivas, de afecto o conocimiento, y en segundo lugar las necesidades de la comunidad, por pequeña que sea, de sentir este lazo interpersonal.
Pero cuando se necesita inventar algo, planear o implementar un cambio, una conversación no es suficiente. Es necesario dar un paso más de parte
de cada uno y como grupo.
Entran entonces dos otros tipos de calidad que son las que generan un impacto visible, donde decisiones son tomadas y realidades son cambiadas.
La primera es la discusión. Opuestos se encuentran y a través de muchos argumentos o usando recursos como la fuerza física, bromas y otros elementos, forzar el otro lado a aceptar su idea. Hay un común radical a la palabra disco, algo que fue usado como arma para destruir sus enemigos.
La segunda es el diálogo. Opuestos, personas con diferentes ideas y personalidades, o gente con ideas comunes, se reúne para conversar. El diálogo significa contribución, pues esto es lo que aparece: las personas salen sintiéndose enriquecidas, la comunidad toma beneficio y se genera un raro momento de armonía creativa.
Cuando estés con un grupo de personas, piensa en cuál de los tipos de calidad quieres que tu conversación tenga. Experimenta con eso el poder de la comunicación en la construcción de una sociedad tan diversa como la nuestra.
Pero hay dos dimensiones en las cuales seguimos haciendo esfuerzos. La primera trataremos en este post y la segunda será tema del post siguiente.
Cuando nos encontramos con otras personas, maravillas pueden suceder. Gran parte del éxito científico, teológico y social ha surgido de reuniones, incluso virtuales, de seres humanos, muchas veces con personalidades distintas pero similares ideas, intenciones o deseos.
Lo que pasa cuando nos reunimos depende de la calidad de nuestra conversación... Podríamos decir que la calidad básica es exactamente esa: una conversación. Es una charla entre personas distintas que satisface en primer lugar las necesidades individuales emotivas, de afecto o conocimiento, y en segundo lugar las necesidades de la comunidad, por pequeña que sea, de sentir este lazo interpersonal.
Pero cuando se necesita inventar algo, planear o implementar un cambio, una conversación no es suficiente. Es necesario dar un paso más de parte
de cada uno y como grupo.
Entran entonces dos otros tipos de calidad que son las que generan un impacto visible, donde decisiones son tomadas y realidades son cambiadas.
La primera es la discusión. Opuestos se encuentran y a través de muchos argumentos o usando recursos como la fuerza física, bromas y otros elementos, forzar el otro lado a aceptar su idea. Hay un común radical a la palabra disco, algo que fue usado como arma para destruir sus enemigos.
La segunda es el diálogo. Opuestos, personas con diferentes ideas y personalidades, o gente con ideas comunes, se reúne para conversar. El diálogo significa contribución, pues esto es lo que aparece: las personas salen sintiéndose enriquecidas, la comunidad toma beneficio y se genera un raro momento de armonía creativa.
Cuando estés con un grupo de personas, piensa en cuál de los tipos de calidad quieres que tu conversación tenga. Experimenta con eso el poder de la comunicación en la construcción de una sociedad tan diversa como la nuestra.
Comentarios