¿Qué tan malo es tener creencias?
Un amigo que me decía que no creía en algo, sino lo sabía.
Lo miré y simplemente le dije: Esta es tu
creencia…
OK, esta historia ya había contado en un post anterior (http://autolider.blogspot.com/2019/06/el-poder-de-las-creencias.html
), pero la repito porque se está hablando demasiado en creencias limitantes y de alguna manera, la palabra creencias se restringió a este sentido.
De ahí, la impresión que es malo tener una creencia.
En realidad, no creo que podamos NO TENER una creencia, ya
que las creencias están impresas en niveles muy subconscientes y la mayoría de
las veces ni siquiera nos damos cuenta de eso; son como cuerdas invisibles que
nos mueven por este mundo.
Repitiendo un poco, comprendamos primero de dónde vienen:
- Familia. Son las creencias más tradicionales y más arraigadas en el ser.
- Cultura. El entorno, la forma cómo se fue creado, la comida, el estilo de ser de la gente y todo lo que corresponde a este término impacta mucho en la formación de creencias.
- Religión. Durante mucho tiempo ha sido un influenciador muy fuerte, pero su peso ha disminuido en general.
- Escuela o trabajo. En menor escala, la vida académica y el entorno laboral también influyen.
- Amigos y conexiones sociales. Ha aumentado mucho la influencia de amigos en muchos casos remplazando lo que la familia entregó, y las redes sociales.
- Autoliderazgo. Yo decido qué quiero creer, a partir de un conocimiento que someto a la experiencia; este es el caso de mi amigo anteriormente mencionado.
Lo que pasa es que hay muchas creencias que no están
alineadas a la vida presente. El mundo actual está retando ideas muy arraigadas
como comer carne, la supremacía blanca, el poder del hombre, etc. Además hay
toda una gran onda que no se detiene, y espero que no pare, de autosuperación
donde cada persona parece estar dispuesta a romper alguna de sus fronteras
invisibles.
Tal vez en vez de hablar de creencias limitantes, podemos
pensar que son creencias desactualizadas, como una persona que todavía va a un
banco con dinero para pagar su tarjeta de crédito.
¿Qué hacer? Fácil; ¡actualizarla! Bueno, dónde ¿doy click?
OK no es así de fácil. Exige cierto trabajo, pero es
básicamente trabajar en mi propio autoliderazgo, decidiendo qué quiero creer a
través de investigar y estudiar más, junto con realizar experimentos
personales. Aquí lo importante es recordar que la creencia no surge fruto del
conocimiento o de la experiencia, sino de ambos.
Al hacer esto, aunque no te libres de la creencia limitante,
al menos la suavizarás, actualizándola a la presente o potencial realidad.
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