El poder de tu voluntad
Paradójicamente,
no tenía las ganas de escribir algo sobre la fuerza de voluntad…
Bueno, es ahí que entra la fuerza de
voluntad, ¿correcto? O, mejor hablando, el poder
de la voluntad.
Tenemos una tendencia grande a la inercia
del punto de vista físico, biológico, social, mental, sicológico, espiritual, y
un grande etcétera… La fuerza de voluntad, perdón, el poder de la voluntad es lo que nos permite romper esta inercia y
hacer algo distinto, creativo, innovador, sanador… Vale la pena por lo tanto
despertar y utilizar este enorme poder cuyo depósito está dentro del ser.
Sin embargo, hay un gran problema con el
tema de la fuer… ah, poder de
voluntad, que es el mito y mitología que gira a su alrededor. El primer mito es
considerar que basta tener fuerza de voluntad para que lo imposible sea posible
– ah, ok, mis dedos quieren escribir
fuerza… que sea fuerza…
En realidad, eso es falso – además de la voluntad necesitas también los recursos necesarios para que aquello
que es imposible se haga posible. Lo que sí el poder (yes!) de la
voluntad hace es dar esperanza y mover la persona a perseguir los recursos
necesarios.
Y, ¿sabe qué? No basta la voluntad y los
recursos; hay que saber hacer. Una
capacitación será necesaria o el apoyo de alguien experto en el tema
específico.
El segundo mito es que si alguien fracasa
es debido a la falta de fuerza de voluntad. Hummm… No es realmente así. Nuestra
sociedad actual creó también una verdadera mitología alrededor del tema del
éxito y su antagonista, el fracaso, pero hay alguien que admiro mucho y muestra
la realidad de forma distinta.
JK Rowling habla sobre el fracaso, algo
sobre lo cual es experta, ya que fracasó muchas veces con su primera obra
comercial, el entonces desconocido libro sobre un extraño chico, Harry Potter. En vez de negar, ella le
da al fracaso un lugar de merecido honor en su vida, mostrando qué nos puede
enseñar para vivir una vida más sana.
El tercer mito se refiere a la depresión[1],
tristeza o congoja. La persona debería simplemente levantarse y ¡ya!
En realidad, cuando la persona no está bien
anímicamente, su fuerza de voluntad está casi en ceros. Está en el momento más
bajo de su capacidad de romper el presente estado y no necesita consejos, sino
una cooperación desinteresada y muy paciente para ayudarla a superar esta etapa
y volver a reenergizar su propia
voluntad.
Basta de mitos, ¿cómo se desarrolla? La
fuerza o el poder que está en la
voluntad viene de la personalidad sino de la consciencia del logro que se
obtendrá al realizar algo en particular, que es mayor al esfuerzo por tratar de
lograrlo. Así que el método más fácil de desarrollar fuerza de voluntad es
comprender que el esfuerzo que se hará para lograr algo vale la pena…
Eso pasa en el día a día, pues a todo
momento nos vemos en el dilema de seguir la inercia presente o reaccionar,
cambiar de rumbo y modificar el trazado de nuestra propia historia.
¿Vale la pena? Si vale la pena cambiar lo
que hoy se está viviendo, ¿lo que se ganará será suficiente comparado con el
esfuerzo?
Desarrollar la fuerza, o el poder de voluntad se basa en un
ejercicio de reflexión constante y de comprensión de los distintos caminos de
la vida. Especialmente el entendimiento que esos caminos son creados no por
otros, sino por uno mismo.
Y no es mito: con el poder de tu voluntad, ¡TODO
LO PUEDES LOGRAR!
[1] Diferenciemos la depresión como enfermedad de cuando usamos la
expresión para definir un estado de ánimo, que es el caso en este artículo. Si
conoces a alguien en la primera condición, sugiero que aprendas un poco más del
tema antes de hacer un juicio sobre la persona.
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