La conquista de las negatividades internas
La historia humana podría ser descrita como una incesante tentativa
de superación. Somos una especie que siempre está buscando ser mejores.
Por un lado, del punto de vista físico y científico, hemos
desarrollado una verdadera parafernalia de objetos, elementos e ideas.
Por otro lado, del punto de vista más sutil y espiritual,
seguimos buscando conquistar lo peor de nosotros. En este sentido, hacemos
tantos esfuerzos tanto individualmente como en grupo que cuando esa negatividad
interna vuelve a aparecer, pensamos: ¿Valió
la pena?
O al menos es lo que pienso cada vez que mis esfuerzos se
muestran ineficientes en destruir lo negativo complemente, quemarlo sin dejar
rastros. Puede ser frustrante rever esa negatividad volver a aparecer en
acciones y palabras.
Sin embargo, las negatividades humanas no son tan negativas…
Lo que quiero decir es que tienen una función práctica de hacer que la persona
se sienta protegida o fuerte. Por ejemplo, la ira es frecuentemente confundida
con fuerza y determinación, mientras el apego se mezcla fácilmente con el amor.
Esto hace que las tácticas y estrategias normales de superar
negatividades no funcionen: la represión es difícil porque la negatividad saltará a la acción así que vea que es
necesaria en la vida, mientras luchar contra la negatividad es como ir en
contra un excelente soldado, alguien que ha luchado mucho para mantener el
bienestar de su amo.
La mejor táctica y estrategia es mejorarse, cambiando el ser
hasta el punto del autotransformación. Es decir, cuando la persona tiene una
buena autoestima, será más difícil que se enoje o sienta apegos por otras
personas.
La meditación y el yoga también pueden cooperar, al activar
lo mejor de cada persona y naturalmente eliminar lo peor que está dentro de
cada uno.
Después de todo, como seres, queremos llegar al máximo de
nuestro potencial y al eliminar lo negativo, lo positivo puede aparecer con
mayor brillo.
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