Hablando el idioma espiritual
Cuando nos relacionamos con otros, el idioma se puede
convertir en un obstáculos razonable, pero hay una forma de conexión que
podemos compartir donde la lengua no tiene lugar…
Hace muchos años, tuve una experiencia única que aún me
sirve de reflexión sobre el tema de la comunicación. Estando en la India, me
pidieron para que acompañara a un chico sordo-mudo que iba de viaje en tren. La
vida, como buena profesora, generó la situación ideal de aprendizaje: ocho
horas estancados en medio de la nada. Eso nos dio mucha posibilidad de que
conversáramos y nos entendiéramos.
Un momento, ¿dije yo conversáramos?
A través de los pensamientos y buenos deseos, pudimos compartir lo que éramos. Claro
que técnicamente había medios – especialmente utilizamos la escritura – pero la
experiencia fue más allá de meras palabras.
El lenguaje espiritual se basa en la experiencia de sintonía
con el otro, compartir valores y experiencias positivas. Es un idioma al cual
todos tenemos fácil acceso, pues es natural al ser.
Experimenta: antes de hablar algo a otra persona,
especialmente si es algo difícil, siéntate y piensa positivamente sobre el
otro, experimenta tú mismo paz, amor o felicidad, y entonces exprésate. Mira los
resultados y vuelve a practicar lo mismo.
En un mundo tan diverso y paradójicamente tan unido, hablar
de alma a alma puede ser la solución que necesitamos, el nuevo paradigma que
buscamos para consolidar nuestra civilización y comenzar un mundo nuevo.
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