Inspira e inspira
La forma de relacionarnos sin duda ha cambiado y de forma fundamental. Pero hay algo que es sumamente necesario en el momento presente; algo que, si es realizado, puede impedir la verdadera epidemia de divorcios y rompimientos generacionales.
Es hora de parar de tomar de otros. Es hora de aprender solo a dar, pues en la ley del universo, DAR ES TOMAR. Siempre.
Uno de los aspectos de dar a otros es aprender a constantemente INSPIRAR. En algún momento de la historia, eran los padres que inspiraban a los hijos, los mayores a los menores. Eso ha cambiado y muchas veces hijos inspiran a padres y menores muestran nuevas formas de hacer lo mismo a sus mayores.
Como sociedad, si deseamos superar la crisis en que vivimos, una crisis que como la mítica Hidra, por más que tratemos de solucionar por un lado, resurge más fuerte por otro, debemos aprender a inspirarnos mutuamente. Ya no es una cuestión de alguien inspirando y alguien siendo inspirado...
Esto ayudará en la compleja situación que pasamos. Todos tenemos algo importante que hemos realizado, alguna superación grandiosa que sirve de modelo a otras personas. Esta es la época en que somos maestros y discípulos al mismo tiempo.
Pero inspirar a alguien requiere varios aspectos por practicar, si bien sucede naturalmente. Si los practicamos, entonces la inspiración es más fácil, sin muchos sacrificios:
Construyamos así una sociedad mejor, un mundo nuevo con más brillo y mejor calidad de vida para todos.
Es hora de parar de tomar de otros. Es hora de aprender solo a dar, pues en la ley del universo, DAR ES TOMAR. Siempre.
Uno de los aspectos de dar a otros es aprender a constantemente INSPIRAR. En algún momento de la historia, eran los padres que inspiraban a los hijos, los mayores a los menores. Eso ha cambiado y muchas veces hijos inspiran a padres y menores muestran nuevas formas de hacer lo mismo a sus mayores.
Como sociedad, si deseamos superar la crisis en que vivimos, una crisis que como la mítica Hidra, por más que tratemos de solucionar por un lado, resurge más fuerte por otro, debemos aprender a inspirarnos mutuamente. Ya no es una cuestión de alguien inspirando y alguien siendo inspirado...
Esto ayudará en la compleja situación que pasamos. Todos tenemos algo importante que hemos realizado, alguna superación grandiosa que sirve de modelo a otras personas. Esta es la época en que somos maestros y discípulos al mismo tiempo.
Pero inspirar a alguien requiere varios aspectos por practicar, si bien sucede naturalmente. Si los practicamos, entonces la inspiración es más fácil, sin muchos sacrificios:
- Concientización. Lo primero es comprenderse. Es fundamental entender en qué puedes inspirar a otros, es decir, pregúntate: ¿cuáles son aquellos logros importantes que has obtenido a lo largo de tu vida?
- Actitud. Entrena tu mente a siempre ver lo positivo en todo lo que te pasa. Para una persona inspiradora, aún su fracaso enseña a otros.
- Visión. Mira el mundo como un gran escenario en el cual eres el protagonista. Como héroe, mira cada paso que des, sabiendo que muchos otros seguirán por el mismo sendero.
- Comportamiento. De forma genuina, tu forma de actuar es un tablero móvil que va explicando a muchos otros cómo pasar por las diversas circunstancias. Busca cambios claves en tu comportamiento que puedan aportar a la vida de otros.
Construyamos así una sociedad mejor, un mundo nuevo con más brillo y mejor calidad de vida para todos.
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