El Arte de Amar sin sufrir - Amar a Dios
Algo que puede ayudar en términos de
la experiencia del amor externo es un amor en otra dimensión. Dijimos antes que
como seres humanos podemos experimentar amor de cosas y objetos, de perritos
que no te hablan, pero como seres, sin lo humano, solo podemos experimentar el
amor del propio ser. Sin embargo, hay otro amor que podemos experimentar. Es el
amor de un ser único que en toda la historia humana lo hemos buscado para
tratar de relacionarnos con Él. Lo hemos experimentado y lo hemos imaginado de
varias formas.
Es un ser que se conoce de varias
maneras, con varios nombre y la maravilla de ese ser es que es clave en el
proceso de amar sin sufrir. La razón es que nunca, jamás, hace sufrir a alguien
y la experiencia de su amor puede significar el cambio en la experiencia del
amor externo que tenemos con todos los demás.
Vamos a comparar ese Ser Supremo con
el sol, pues siempre está entregando amor. Claro, puedes decir que hay personas
que sufren con el sol… Es posible, solo que no es el sol, quien quiere que
otros sufran, quien quiere convertir la tierra en un desierto. No es que el sol
tenga el propósito de dar más luz y calor a un lado y menos a otro.
El Ser Supremo da amor, y es el
único tipo de amor que viene de otros que puedes tomar. Es como si Dios fuera
un océano de amor y cuando entras en el mar a bañarte, gran parte del agua del
mar entra en tu cuerpo pasando a ser parte de tu cuerpo. Espiritualmente
hablando, cuando me baño en el océano de amor que es Dios, experimento ese amor
profundo y pasa a ser mío.
El sol tiene una energía tan grande
que está irradiando todo el tiempo de su ser y podemos captarla, pero el sol es
muy respetuoso, no se mete en la vida de nadie. Si cierras tu ventana no lo ves,
por más poderoso que sea. Tienes que abrir la ventana o salir de tu casa para
tomar sol.
Con Dios también necesitas abrir la
ventana de tu ser; tienes que conversar con Él y entablar una relación. Al
establecer la relación con Dios, por ejemplo, de padre, empiezo a experimentar
que Dios es mi padre, por lo tanto mi relación con mi padre físico se sana y
mejora.
¿Muy teórico o difícil de
comprender? Si la gente experimenta amor por Facebook, ¿cómo no puede
experimentar amor de Dios? Es muy real y muy práctico y aporta definitivamente
a amar sin sufrir, especialmente en la etapa donde reconstruyes los puentes,
pues el amor de Dios siempre es sin expectativas.
La forma de tener esta experiencia
es a través de la meditación raja yoga.
Cuando medito tengo cuatro pasos por seguir y es en el segundo paso
especialmente, donde comienzo a conversar con Dios. En el tercero experimento
la relación en diferentes formas. Aunque hemos sido tradicionalmente educados a
ver Dios solamente como Padre y, tal vez, como Amigo o Compañero, en la India
encontrarás algunas religiones que ven a Dios como padre y madre. Además, Dios puede ser amigo, hermano o
vecino, todas las relaciones que quieras experimentar, en su parte espiritual,
mental y emocional, las puedo entablar con Dios.
En el cuarto paso de la meditación
me sumerjo en esa relación lo que suple la carencia completamente y sana el ser.
No somos perfectos; aunque tratemos de perdonar a todo el mundo, quedan
residuos. Nunca es 100%. Cuando trabajo con Dios, es distinto, porque Dios solo
da, solo entrega. Dios es la madre que te abraza y te da todo, todo el tiempo.
Dios es el amigo que te da la fuerza, el coraje, el aliento para seguir
adelante. Dios es tu jefe que te ayuda a entender qué haces con ese amor que
descubriste, qué puedes hacer para el mundo.
Si hago ese trabajo, si llego hasta
ese punto, ¿qué voy a experimentar en la vida practica? Mis relaciones cambian
de tono y ya no espero tanto de la gente. En la medida que profundizo mi
experiencia en la meditación, tengo cada vez menos expectativas y lo opuesto
empieza a suceder, pues cada vez se van a sentir más satisfechos conmigo.
Los demás experimentarán que los
amas cada vez más, descubrirán que tienes un propósito en la vida y que como hijo
de Dios, soy un pequeño sol. En este mundo que vivimos, muchas personas necesitan
solo de un solecito en su vida, únicamente alguien que le sonría o le dé en ese
momento una palabra precisa. Así que la experiencia espiritual es llegar a esa
meditación y trabajar en ella. Aunque alguien tenga una línea religiosa o
espiritual donde se relaciona con Dios de otra manera, el principio sigue
presente. Meditar en yoga no es solo
sentados en una cierta posición y con una metodología. En realidad, siempre que
enfocas tus pensamientos en una dirección, estás en yoga.
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Parte de la serie: EL ARTE DE AMAR SIN SUFRIR
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