Sobre pensar de forma positiva
Pensar positivamente no es ignorar la realidad, pues cuando lo hacemos, como una periodista me decía, pareceremos "frívolos". Después de todo, lo que vivimos es valioso, es algo que surgió a partir de un fruto de nuestro trabajo y dedicación. Tal vez no es lo esperado, pero podemos aprender de lo que nos pasa en la vida. Al ignorar la realidad, perdemos la oportunidad increíble de aprender más; al sufrir y lamentar, borramos el aprendizaje y lo remplazamos con una trauma que seguirá con nosotros para siempre.
Pensar positivamente es apreciar la realidad, aceptándola integralmente en el corazón. Es apreciar la rosa que hay detrás de la espina, pero apreciar el papel de las espinas que protegieron a las rosas. Apreciación comienza de la aceptación positiva y de reconocer lo bueno intrínseco que existe en todo lo que sucede.
Pensar positivamente es crecer constantemente. Cuando pensamos de forma positiva, nuestra consciencia es capaz de observar la realidad desde un punto de vida elevado, más allá de los nudos que a veces nos enredan en la realidad diaria.
Pensar positivamente es sembrar semillas de palabras y actos positivos. Mientras las palabras positivas sirven de bálsamo a los demás, las acciones positivas son faros que indican a los barcos errantes el camino hacia su propio destino.
Pensar positivamente es chévere, es cool, es genial... es la forma de ver la sonrisa que muchas veces otros no te muestran, pero que sigue en la persona, escondida en alguna parte.
Y pensar positivamente empieza conmigo mismo. Empieza por tener fe en mí mismo, confianza total en lo que hago y mucho amor por este ser increíble que soy, el que piensa positivamente.
Pensar positivamente es apreciar la realidad, aceptándola integralmente en el corazón. Es apreciar la rosa que hay detrás de la espina, pero apreciar el papel de las espinas que protegieron a las rosas. Apreciación comienza de la aceptación positiva y de reconocer lo bueno intrínseco que existe en todo lo que sucede.
Pensar positivamente es crecer constantemente. Cuando pensamos de forma positiva, nuestra consciencia es capaz de observar la realidad desde un punto de vida elevado, más allá de los nudos que a veces nos enredan en la realidad diaria.
Pensar positivamente es sembrar semillas de palabras y actos positivos. Mientras las palabras positivas sirven de bálsamo a los demás, las acciones positivas son faros que indican a los barcos errantes el camino hacia su propio destino.
Pensar positivamente es chévere, es cool, es genial... es la forma de ver la sonrisa que muchas veces otros no te muestran, pero que sigue en la persona, escondida en alguna parte.
Y pensar positivamente empieza conmigo mismo. Empieza por tener fe en mí mismo, confianza total en lo que hago y mucho amor por este ser increíble que soy, el que piensa positivamente.
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