Silencio y caos
Hay un tipo de ruido que existe tanto en el exterior como en el
interior. Es el caos de la vida diaria (mensajes, decisiones, estrés) y el caos
de la mente (pensar demasiado, reaccionar, recordar todos los detalles...).
Para evitar ese ruido o para bajar su volumen, tenemos el
silencio... No el silencio que es la ausencia de ruido; el silencio como un
estado interior, un espacio en el que podemos entrar incluso cuando el mundo sea
ruidoso.
Como vivimos en la era del caos, el ruido es parte del patrón...
Sí, podríamos encontrar un lugar en las montañas, lejos de todos. O podemos
recurrir al silencio.
En medio del caos, el silencio no es debilidad. Es la fuerza. Es
claridad. Y es sanador.
La meditación nos enseña a volver a este silencio interior. Unos
pocos minutos de quietud pueden cambiar nuestro estado. Meditar no se trata de
controlar los pensamientos, sino de no ser controlado por ellos. Permite que la
mente se estabilice, y, mientras estable, comenzamos a escuchar nuestra propia
sabiduría de nuevo.
El silencio nos abre a escuchar el sonido real, el sonido de
nuestra voz interior.
El silencio también tiene el poder de sanar. El dolor emocional,
el estrés y la fatiga comienzan a suavizarse en presencia de una verdadera
quietud. No el silencio de la represión, sino de la consciencia, ese momento en
el que dejamos de intentar arreglarlo todo y simplemente nos sentamos quietos.
En ese momento, algo comienza a arreglarse... Tal vez no externamente (la época
en la que vivimos es de caos), pero sí internamente.
En el interior hay una sanación profunda, una consciencia
profunda, pero la belleza de esta práctica del silencio es que permea nuestra
realidad... Al fin y al cabo, incluso en las relaciones y en las tareas
diarias, el silencio tiene un papel, ya que aporta concentración, paciencia y
profundidad.
En las conversaciones, una pausa puede ser más significativa que
una avalancha de palabras. En el trabajo, un momento de tranquilidad interior
puede llevar a mejores decisiones que horas de acción y discusiones.
Como el caos está por todas partes, el silencio no es un retiro de
la vida; es la clave para vivir mejor.
En el caos, se convierte en nuestra brújula y guía.
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