Encontrar la magia en momentos comunes
Quiero contarte una historia. Hace un par de años, viajé en stand-by...
Lo sé, mucha gente hace eso, pero yo no tengo tanta suerte con los viajes,
probablemente algo que ver con una cuenta kármica... De todos modos, tuve que
esperar TRES NOCHES para conseguir un vuelo. Horrible, ¿verdad? Sí... y no.
Verás, alguien consiguió a una persona que podía hospedarme cerca del
aeropuerto y fue a recogerme allí también. La primera noche, un asistente nos
ayudó – ¡un grupo grande! – a salir del aeropuerto (militarizado; la gente
entra, pero es difícil salir), y así todo estaba bien. El lugar estuvo bien, la
comida era buena, la persona era excelente.
A la noche siguiente, llegaron los problemas, pero de nuevo, una
solución; a pesar de ningún asistente de la aerolínea ayudarnos, una persona
pudo lograr asistencia de alguien más. Esta vez, sin embargo, mi anfitrión no
estaba contento... Aun así, el lugar estuvo bien, la comida era buena y la
persona era excelente. Durante el día, preparé realmente mi estado espiritual,
hice una buena meditación, leí una clase poderosa y, por la noche, aunque
parecía imposible conseguir un vuelo, ¡LO CONSEGUIMOS!
En los cuentos antiguos, representados en libros o películas, la
magia es dos cosas: algo imposible ocurre y existe la posibilidad de cambio.
Hay asombro y esperanza, buena energía y nuevos caminos. Durante mi experimento
de stand-by, ¡vi magia una y otra vez!
Así que... si vamos más allá de la necesidad o el deseo de
transformar el brócoli en algo más interesante, lo imposible, entonces
existe la posibilidad de cambio; un cambio maravilloso, una esperanza
motivadora, una energía de alto nivel y caminos que nos lleven a los mejores
lugares.
Y esa es la magia que siento en mi vida y esa es la que es
transformadora. Lo más importante es que no necesitamos esperar un momento
específico para esa magia; ¡está justo aquí, ahora mismo!
¿Lo sientes?
¿No? Entiendo... Está la rutina, las cosas que pasan en nuestras
vidas, enterrando toda esa magia.
Y sin embargo... Incluso en el día más repetitivo, algo puede
brillar: si hacemos una pausa, si miramos de manera diferente...
Así que no hace falta fingir ser parte de un cuento de hadas... No
hace falta imaginar cosas...
¡Abre los ojos y verás toda la magia que hay!
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